Hoy estuvimos por Cojimar. Algunos perdieron sus casas, otros el camino frente al mar por el que pasaron toda su vida. Una niña buscaba a su muñeca Ana entre polvo y sal, una mujer se secaba la tristeza. “No recuerdo haber vivido algo parecido aquí”, dijeron otros con surcos en el rostro y miles de recuerdos en los ojos. Y entre machetes dispuestos, palas y colchones húmedos, un niño sonreía a la cámara como quien se perdió Cuba en el infinito mundo de Alicia. Solo entonces, olvidas la eterna oscuridad, la continua búsqueda de agua potable en la mañana, el calor, el silencio profundo de la noche, la interminable jornada de trabajo. Solo entonces recuerdas por qué decidiste recorrer el difícil camino del periodista cubano. #HuracánIrma
Por: L. Eduardo Domínguez – Cubadebate
Rescatar al Héroe
Punta Alegre, Ciego de Ávila- Lo vio en el mar: una cosa redonda y de un blanco sucio, cubierta de escombros. Corrió a la casa a buscar a su madre y su madre lo ayudó a desenterrarlo. Lo alzó como un trofeo y fue corriendo de una casa a la otra. Iba gritando: “¡mira!, ¡encontré a Martí!, ¡encontré a Martí!”
Martí durmió en el closet de la casa y Jorgito durmió poco, agarrotado entre su madre y su hermana y el desastre que les dejó el ciclón.
Al día siguiente cumplía seis años. Se levantó y dicen que cogió el busto y que se fue a enjuagarlo a la orilla de la playa; que lo llevó a casa de su maestro porque “Martí es el hombre que está en mi escuela, al lado de la bandera”.
Aquel día, en el medio del desguace, lo vimos, abrazándolo.
Y no sabíamos, a ciencia cierta, quién protegía a quién.
Por:
,Pelos de Huracán
Así nombró el fotógrafo Ismael Francisco un fotoreportaje tomado durante los azotes del huracán Irma a La Habana.