Dice un viejo tango que 20 años no es nada, pero cuando nos detenemos ante la historia de Radio Mayabeque en las últimas dos décadas, nos damos cuenta lo distante de letra interpretada por Gardel con el arte de hacer radio.
Desde los años 60 del pasado siglo varias generaciones de radialistas entregaron y ofrecen parte de su vida a la hermosa misión de informar, recrear, educar, divulgar…
Hay muchas historias por contar de los últimos tiempos, una de ellas comenzó en 1997 cuando por primera vez el colectivo de trabajadores de la planta junto a su dirección, fueron reconocidos con la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Cultura.
Desde entonces, año tras año, la misión es volver a conquistar el alto mérito. ¿Qué significa para quienes integraron y forman parte del colectivo?: estar al lado del pueblo siempre, protagonizar momentos trascendentes del devenir de la radiodifusión cubana y de la historia Patria, porque apoyar a la Revolución y sus líderes, significa contribuir a la más hermosa obra social que se haya construido.
La vigésima ocasión como Vanguardias Nacionales encuentra al colectivo de trabajadores en el mismo lugar, en la misma trinchera, la de las ideas, la de la permanencia, la de la constancia, la de los sueños. Ahora somos más y mejor preparados, listos para seguir haciendo de la radio nuestras vidas.
No sé si en las próximas décadas surja un nuevo tango para decirnos “cuarenta años no es nada”, pero este colectivo piensa en el tiempo por llegar con la misma fuerza que un grupo de jóvenes dio vida a una radio base, convertida poco tiempo después en Radio Victoria de Girón, transformada en Radio Güines y ahora multiplicada como Radio Mayabeque.
El nuevo reconocimiento es solo un resorte en función de hacer realidad una alerta de Fidel de total vigencia. Fue en Palma Soriano el primero de enero de mil 959 cuando expresó: “Instrucciones a todos los comandantes del Ejército Rebelde y al pueblo. Deben estar atentos a Radio Rebelde para no dejarse arrebatar la victoria, que ha costado tanta sangre”.
Cincuenta y ocho años después y en correspondencia con el tiempo que vivimos, ese es también hoy el reto de la Radio Cubana.
Andy Duardo Martín / Cubaperiodistas