En presencia de decenas de colegas y amigos y rodeados de las ofrendas florales enviadas por el General de Ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y de Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, tuvo lugar este miércoles 16 de agosto el homenaje póstumo al Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, Antonio Moltó Martorell, cuyas cenizas estuvieron expuestas en sede nacional de la organización, en La Habana, al tiempo que se realizaban homenajes similares en las Casas de la Prensa por todo el país.
En libros de condolencias habilitados en las sedes de la Upec y en varios medios de prensa, donde radican las delegaciones de base de la organización, muchos dejaron plasmados sus sentimientos hacia el amigo, compañero y dirigente de los periodistas cubanos.
En una abarrotada sala teatro de la Casa de la Prensa de 23 e I, en el Vedado capitalino, tuvieron intervenciones varios de los asistentes al homenaje, entre ellas las de Tubal Páez, presidente de Honor de la Upec, quien afirmó que Moltó no murió en cama, sino en combate; de José Alejandro Rodríguez, actual integrante de la Presidencia de la Upec, quien expresó que Moltó era un hombre de sumar, y la del argentino Juan Carlos Camaño, presidente de la Felap, quien manifestó su solidaridad con los colegas cubanos en estos dolorosos momentos.
La también integrante de la Presidencia de la Upec, Arleen Rodríguez Derivet, expresó que Moltó es de esos hombres que saben poner magia allí donde están.
Junto a los familiares de Moltó e integrantes de la Presidencia y el Comité Nacional de la Upec, acudieron los compañeros Juan Carlos Camaño, presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap); Gladys Bejerano, vicepresidenta del Consejo de Estado y Contralora General de la República de Cuba; Teresa Amarelle Boué, integrante del Consejo de Estado y presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas; Joel Suárez Pellé, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central y su vicejefe Ángel Arzuaga Rey; el Héroe de la República Fernando González Llort, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura, Nereida López Labrada, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, Miguel Barnet Lanza, presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, directivos y trabajadores de varios medios de prensa y de la sede nacional de la Upec, dirigentes de las delegaciones ramales y de base de la organización, profesores y estudiantes de Periodismo así como otros compañeras y compañeros.
Además de las enviadas por Raúl y Lazo ya mencionadas, a la sede de la Upec también llegaron ofrendas florales a nombre del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, de la Presidencia del Instituto Cubano de Radio y Televisión, de los trabajadores de la Casa de la Prensa nacional; así como del Club Juvenil de la Prensa y de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Universitaria (FEU).
EN PINAR DEL RIO
Con la firma del libro de condolencias, colegas, amigos y artistas pinareños rindieron homenaje póstumo a Antonio Moltó Martorell, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba desde el año 2013.
El hombre sin adjetivos, el caballero de la ética y el extraordinario ser humano como muchos lo recuerdan, recibió desde horas tempranas el respeto póstumo de los colegas pinareños. La casa de la prensa de la occidental provincia, a la que tantas veces visitó Antonio Moltó, dispuso en su honor la firma de un libro de condolencias.
Ramón Brizuela Roque lo recuerda como un periodista incansable y un ser humano muy firme y fiel a su criterio. Para el presidente de la UPEC en el territorio, Félix Témerez, era un padre que siempre alertó y motivó a hacer un periodismo comprometido y no perder la confianza nunca. Según Ronald Suarez imprimió a la organización periodística un dinamismo juvenil que benefició mucho a la prensa, y para Belkis Pérez Cruz lo que más legó fue su ejemplo, la virtud que tuvo de ser grande y acompañar cada una de las ideas surgidas durante su mandato.
Las blancas hojas dejan la quietud. Con rapidez se han llenado de palabras de admiración. También anécdotas, triunfos y agradecimientos convergen en varias caligrafías y para quienes lo conocimos desde la distancia, la gratitud y el compromiso.
El revolucionario y el profesional que defendió a la prensa cubana en diversos frentes de batalla, queda inmortalizado en el recuerdo de quienes siguen sus pasos.
EN MAYABEQUE
El miércoles 16 de agosto, a las 10:00 de la mañana transcurrió el homenaje póstumo de los trabajadores del periódico Mayabeque al periodista cubano Antonio Moltó.
Con anécdotas contadas por quienes más lo conocieron, historias de su vida, un minuto de silencio y la convicción de que hacer un mejor periodismo, es la mejor manera de recordarlo, transcurrió el homenaje de los trabajadores del periódico Mayabeque.
“Un hombre que consagró su vida al periodismo; que a pesar de sus condiciones de salud se mantuvo cumpliendo su deber hasta el final; uno de los compañeros más críticos y a la vez que más hizo por transformar, para bien, nuestra profesión”, así lo definió Andrés Hernández Rivero, director del medio de prensa.
Su entrega total, su firmeza de principios, su capacidad para persuadir, convencer y escuchar son solo algunas de las enseñanzas que nos deja este grande del periodismo cubano.
“Su confianza en las jóvenes generaciones es otra de las cualidades que pudimos apreciar de Moltó”. Así lo aseguró Mariolys Escobar Alonso, presidenta de la delegación de base de la Upec, al rememorar su último encuentro.
Tras su desaparición física, el mejor homenaje de quienes pertenecen al gremio al que se dedicó hasta el último día, no es solamente llevarlo por siempre en nuestro recuerdo, eso él lo conquistó. El mejor regalo a Moltó será esforzarnos, ahora más, en hacer realidad por lo que tanto luchó: un mejor periodismo.
Claudia Martínez Camarero / Cubaperiodistas
EL MOLTO DE LOS PINEROS
“Sin temor a equivocarme la Isla fue uno de los territorios que más visitó, siempre defendió la permanencia del evento Frente Común de las Ideas, una propuesta surgida aquí luego del VII Congreso de la Upec, cuando Fidel nos convocó a estrechar relaciones a favor de la batalla de la verdad contra la mentira”, expresó Pedro Blanco Oliva, durante un encuentro donde se le rindió merecido homenaje póstumo a Antonio Moltó Martorel, presidente de la organización.
Un torrente de anécdotas tuvo por escenario este miércoles la Casa de la Prensa de este Municipio Especial, a la cual acudieron periodistas y trabajadores de los medios de prensa del territorio, así como otros pineros. Disímiles fueron las historias que salieron a relucir acerca del santiaguero revolucionario, periodista acucioso y hombre bueno.
Riquelma Pentón, del telecentro Islavisión, señaló que siempre nos convocó desde el ejemplo, “nos pedía un periodismo objetivo y peliagudo porque fue uno de los abanderados”, mientras la jubilada Gilda García recordó cómo siempre incitó a los profesionales de la pluma a no desistir e ir siempre tras la verdad porque ello implicaba defender la Revolución.
“Él siempre me decía el martiano, pero en realidad el martiano era él y al verlo en esa foto, en la Casa Museo El Abra, delante de una reja, encima un farol encendido y en plena conversación con el gremio pinero, sin duda, nos convocaba a hablar claro, ser leales, fieles y comprometidos”, expresó el colaborador y profesor universitario Julio César Guerra.
Gloria Morales Campanioni, presidenta de la organización en el territorio, leyó la proclama al X Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, programado para el 2018, donde Moltó, instó a los periodistas a defender la unidad, vivir con los ojos y los oídos arrimados a la actualidad.
Muchos fueron los colegas que en la mañana de este miércoles 16 de agosto, ante la presencia de Idalmis López Pardo, miembro del Buró Municipal del Partido, y Arelis Casañola Quintana, presidenta de la Asamblea del Poder Popular en el territorio, escribieron su sentir en el libro de condolencias, al tiempo que evocaron al hombre que no titubeó en alertar, hablar de ética, sonreír, aconsejar, visitar al enfermo; al hombre de estirpe martiana y fidelista, de acción y entrega sin límites.
Karelia Alvarez Rossell / Cubaperiodistas
EN MATANZAS, ADIOS AL AMIGO
Los profesionales de la prensa matancera rindieron tributo póstumo a Antonio Moltó Maltorell, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec). La cita en la Emisora Provincial Radio 26 sirvió para recordar al profesional, al amigo, y al excepcional periodista que siempre supo llegar a la esencia de los problemas sociales.
Muchos reporteros rememoraron la última vez que Moltó compartió con el gremio, durante una Asamblea de la Upec en el 2016. “Esa vez él hizo un gran esfuerzo para venir a Matanzas, estaba recién infartado y el médico le había prohibido viajar más de 100 kilómetros. Pero, Moltó era así, otro en su lugar se hubiera quedado en la casa, pero él prefirió seguir trabajando, murió en combate”, resaltó Yirmara Torres, presidenta de la Upec en el territorio.
José González Rivas, Premio Nacional de Periodismo José Martí, quien compartió amistad con Moltó, lamentó el deceso físico del intelectual y resumió que “es una pérdida irreparable, porque bien conocía el oficio de periodista”.
“Lo que más me llamaba la atención era su manera de llegar a la esencia, su capacidad para la polémica y el análisis con profundidad de cualquier problema con lenguaje de pueblo”, destacó Ventura de Jesús García, corresponsal del periódico Granma en Matanzas.
Ramón Pacheco, fotorreportero del Semanario Girón, precisó que Moltó supo apreciar el valor de la fotografía en la prensa, y en lo particular admiró de ese hombre su valentía.
Antonio Moltó Martorell siempre prestó especial atención al gremio de periodistas matanceros, por eso miles son las anécdotas sobre el presidente que insistió en llegar a la base para conocer las verdaderas preocupaciones de los reporteros.
Los profesionales de la prensa dicen hoy un ¡hasta siempre amigo!, con el reto de igualar su legado como hombre y periodista, y ser cada día mejores en el ejercicio del periodismo.
Yunielis Moliner Isasi / Radio 26
EN VILLA CLARA, UNA CRÓNICA Y ALGO MÁS
En la sede de la Upec en Villa Clara los integrantes de la delegación provincial también firmaron un libro de condolencias por el fallecimiento del Presidente de la Upec, Antonio Moltó.
Colegas de la emisora W, del cercano periódico Vanguardia, del telecentro Cubanacán e ilustres jubilados como Luis Orlando Pantoja Veitía, Premio Nacional de Periodismo José Martí y gran amigo y compañero de labores de Moltó en la radio, expresaron su pesar por la partida.
El Presidente de la Upec en la provincia, José Antonio Fulgueiras, dio lectura en un momento a una crónica que dedicara a quien fuera también su amigo.
CIENFUEGOS, CON MOLTO EN EL CORAZÓN
La Casa de la Prensa en Cienfuegos abrió puertas a la remembranza, y entre colegas de los medios de comunicación de la provincia devino denominador común el pesar ante la partida física de Antonio Moltó Martorell, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba desde el año 2013.
Durante el homenaje al prestigioso profesional de la comunicación en el país, Omar George Carpi, periodista del telecentro Perlavisión y miembro del Comité Nacional de la Organización, comentó que fue un honor para él recibir junto a Moltó el Premio Nacional de Periodismo José Martí en el año 2008.
“Moltó fue un hombre de probada ética, justo en sus valoraciones, muy iluminado en cuanto a los propósitos del periodismo cubano en su afán por estar cada día más cerca de los problemas de las personas y de los destinos del país”, dijo George Carpi.
De igual forma Jesús Rodríguez Díaz, ex presidente de la asociación gremial de la prensa en Cienfuegos, compartió junto a los presentes algunas cualidades y valores humanos de Moltó Martorell, quien “tuvo una larga trayectoria en el trabajo periodístico, fue director de la radio en Santiago de Cuba primero, y después transitó por medios nacionales”, agregó Rodríguez Díaz.
Ismary Barcia Leyva, igualmente miembro del Comité Nacional de la UPEC, refirió que el titular de la Unión de Periodistas de Cuba fue un hombre de excelente calidad humana, y siempre atento a las necesidades de los colegas del gremio.
Tras el conversatorio en tributo a Moltó, reporteros de la sureña provincia cubana firmaron el libro de condolencias, disponible en la Casa de la Prensa, para plasmar en sus páginas el último adiós al agudo periodista que por varios años dio un voto por la crítica responsable y constructiva en el programa radial Hablando claro, de Radio Rebelde.
Moltó visitó la provincia de Cienfuegos el pasado 2016, y participó durante esa visita en la entrega de los premios del concurso nacional de periodismo 26 de julio, a reporteros ganadores en la edición de ese año del prestigioso certamen
Gretta Espinosa Clemente / Cubaperiodistas
EN SANCTI SPIRITUS
Con un minuto de silencio en memoria de Antonio Moltó Martorell, Radio Sancti Spíritus y todo el gremio en esta provincia se sumó al tributo que se ha generado en el país tras la muerte del presidente nacional de la Unión de Periodistas de Cuba.
Durante una sencilla ceremonia en predios de la emisora espirituana, en la que estuvo presente Alfonso Noya, presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión, se hizo alusión a los méritos de Moltó a lo largo de cerca de medio siglo de quehacer periodístico y se ratificó el compromiso de serle fiel a su legado mediante un mejor ejercicio de la profesión.
A la vez que la noticia del fallecimiento del presidente nacional de la Upec se extendía por el territorio en la mañana de este martes, colegas de distintos medios de prensa de esta provincia del centro de Cuba insisten en el ejemplo de Moltó para todas las generaciones de periodistas y especialmente para los realizadores radiales.
Elsa Ramos Ramírez, distinguida radialista espirituana, destacó las virtudes de quien desde bien temprano supo emprender una vida que siempre estuvo vinculada a la defensa de la Revolución y deja ejemplos notorios del periodismo que se precisa en estos momentos, como fueron sus etapas al frente del programa Haciendo Radio y su propuesta de Hablando Claro, ambos de Radio Rebelde.
Ernesto Valdés, locutor distinguido nacionalmente, significó su desempeño como directivo de la radio nacionalmente y su apego a este medio que lo llevó a merecer el Premio Nacional de la Radio en el año 2016.
También entre los jóvenes periodistas espirituanos se reconoce el papel de quien siempre les brindó su confianza y complicidad para acometer nuevos sueños, como el que posibilitó la apertura de la carrera de periodismo en la Universidad Central de Las Villas de la que han egresado cerca de una decena de graduaciones de estudiantes de este territorio, o las opciones abiertas con la incorporación a cursos del Instituto Internacional de Periodismo que él dirigió.
Al tributo a Antonio Moltó en Sancti Spíritus también se han sumado las principales autoridades políticas y de gobierno de la provincia, así como ciudadanos comunes de estos predios identificados con su obra, su ejemplo y el periodismo revolucionario que siempre defendió.
DESDE CAMAGÜEY, UNA FLOR PARA EL QUIJOTE
Periodistas camagüeyanos de varias generaciones recuerdan con aprecio a Moltó, incansable, con el carácter campechano y el desenfado de la gente oriental, la ancha sonrisa que nunca ocultó el ancho bigote, pero desaparecidas patillas de otros tiempos.
Similares imágenes permanecen en muchos hombres y mujeres de la prensa que compartieron con Antonio Moltó Martorell al cruzarse en un pasillo, asistir a una reunión o, simplemente, en una mesa de trabajo donde el periodismo adquiría ideas y valores adicionales.
Reunidos en la Casa de la Prensa, en la ciudad de Camagüey, tras el momento solemne de colocar una roja flor –en modo alguno podría ser de otro color—junto al retrato del Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, algunos de “mayor experiencia acumulada” lo recuerdan como uno de los promotores de la carrera de periodismo en la Universidad de Oriente.
Aún permanecen en las redacciones quienes arribaron con las intenciones de promover el mensaje de la Revolución, y forjaron sus conocimientos académicos en cursos para trabajadores.
En estas horas, hay jubilados de la prensa en la llanura agramontina como Michell Wilcox y Juan Córdova que recuerdan anécdotas de trabajo en la radio con Moltó en el indómito Santiago de Cuba. Allá donde también buscó espacio para dirigir la Upec.
Hasta los jóvenes mencionan que siempre buscó tiempo y espacio para la atención especial a sus preocupaciones y aspiraciones, en la complejidad de los tiempos actuales. No escatimó esfuerzos, ni salud, por la unidad de los periodistas en defensa de la Revolución. No hay medio de prensa en el país en el que Moltó haya dejado de compartir sueños en los cambios renovadores del gremio.
El era, sin dudas, un quijote en el periodismo cubano al que dedicó más de cincuenta años de intensa labor. Sus colegas los premiamos hoy con una flor.
José Gilberto Valdés / Cubaperiodistas
EN LAS TUNAS LO ADMIRAMOS Y RESPETAMOS
En Las Tunas, una provincia en la que se le admira y respeta, por su apoyo a la superación del gremio y su compromiso ético, Antonio Moltó Martorell fue homenajeado por los profesionales de la prensa, quienes presentaron sus respetos en un libro de condolencias abierto en la Casa de la Prensa de esta ciudad.
Al conocer la noticia de su fallecimiento, los periodistas tuneros quedaron profundamente consternados y fueron varias las manifestaciones de estima y agradecimiento por Moltó Martorell, quien desde sus cargos como vicepresidente al frente de la superación, director del Instituto Internacional de Periodismo José Martí y presidente de la Upec desde el 2013, mantuvo un asiduo contacto con los medios de la provincia.
Durante estos años varias fueron las visitas que realizó al Balcón del oriente Cubano, donde dijo siempre sentirse muy orgulloso de sus colegas por los resultados en las iniciativas para la formación y superación profesional, el uso de las nuevas tecnologías de la información y la atención a los jóvenes.
José Armando Fernández Salazar / Cubaperiodistas
EN HOLGUIN, RECONOCIMIENTO A SU ABNEGACION
Antonio Moltó Martorell, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, recibió el homenaje póstumo de más de medio centenar de colegas que acudieron a la Casa de la Prensa de Holguín y allí contaron anécdotas del amigo sincero, reconocieron su abnegada labor en el gremio y recordaron su acierto en el programa radial Hablando claro.
En las intervenciones se escucharon expresiones de respeto hacia el hombre que supo juntar voluntades desde muy joven, como expresó Cleanel Ricardo, quien lo conoció en la primera escuela de periodismo de la antigua provincia de Oriente, o como dijo María Julia Guerra, mi amigo Moltó, soñador y creador.
Roberto Ortiz del Toro significó su labor en la televisión en el oriente cubano, decía las cosas que pensaba, lo catalogó como paradigma en el sector, destacado en el programa Hablando Claro de Radio Rebelde, porque él siempre habló claro, junto a la Revolución y al sector periodístico.
Desde la Upec fue siempre muy preocupado por la superación de los colegas y la formación de los jóvenes que estudiaban en la carrera de periodismo, señaló Betty Rodríguez, funcionaria de la Universidad Oscar Lucero Moya, de Holguín, y significó la labor de Moltó desde la Upec, al ser ejemplo en la atención a los cursos vinculados al sector, actuó como maestro y educador ejemplar y así lo recordaremos siempre.
Otras intervenciones apuntaron a la actuación de Moltó en diversas actividades, como las expresadas por Astor Hernández, Elder Leyva, Caridad Martínez, la responsable de la Tecla del Duende de Juventud Rebelde, en Holguín, y Haydée Vigo, entre otros periodistas que destacaron el quehacer de un hombre luchador a favor del buen periodismo cubano.
Félix Hernández Rodríguez, presidente de la organización gremial en Holguín, recordó sus relaciones de trabajo con Moltó desde finales de la década de los años sesenta del pasado siglo y se fortaleció en el rigor laboral del programa Haciendo Radio, donde recibió sus enseñanzas como dirigente radial sin imposiciones laborales.
Desde entonces, dijo Félix, establecimos buenas relaciones laborales, familiares y de sincera amistad, válido para recordar la dedicatoria hecha en el libro que le obsequió: “Hugo Chávez, mi primera vida”, al escribirle la frase “mi mejor amigo”, algo que lo marcó para siempre.
En la Sala José Martí, de la Casa de la Prensa de Holguín, se situó un libro de condolencias y en sus páginas los periodistas asistentes expresaron sus sentimientos hacia Moltó, al amigo sincero, compañero y dirigente de la Upec, quien supo fortalecer el trabajo de la organización gremial desde la Presidencia nacional hasta las delegaciones de base.
Ezequiel Hernández Gómez / Cubaperiodistas
EN SANTIAGO DE CUBA, LA TIERRA NATAL DE MOLTO
Profesionales del periodismo santiagueros y trabajadores de la Casa de la prensa, firmaron el primer libro de condolencias abierto en el país por el fallecimiento del Presidente de la Upec, Antonio Moltó, oriundo de la Ciudad Héroe.
Inmediatamente después de conocida la noticia, los directivos e integrantes de la delegación provincial santiaguera expresaron sus condolencias por la desaparición física de quien fuera alguien muy estimado para ellos como colega y como coterráneo. Hasta la sede de la Delegación provincial de la Upec, ubicada en el reparto Vista Alegre, se desplazó el compañero Lázaro Expósito Canto, miembro del Comité Central del Partido y primer secretario en la provincia, quien manifestó también su pesar y expresó su solidaridad con los familiares y colegas de Moltó.
El corrresponsal de Radio Rebelde en Santiago de Cuba, Carlos Sanabria Marrero, quien fuera por muchos años compañero de trabajo de Moltó en la radio y partícipe de muchas misiones comunes, realizó y puso al aire por su emisora un emotivo radio-reportaje sobre el amigo fallecido, al tiempo que varios medios de prensa de la provincia también le dedicaron espacios a la triste noticia y su reacción en el gremio.
Este homenaje a Antonio Demetrio Moltó, por todo el país, no fue un trabajo realizado dentro de un plan de acciones que mandaron a realizar desde arriba. NO, NO, NO.
Fue un homenaje de corazón, de VERDAD, así lo sentimos todos los que asistimos a cualquiera de ellos. ¿Porqué?, se preguntarán algunos que no lo conocieron. Pues simplemente porque fue un ser humano excepcional. Una persona que no tenía nada de él, un ser humano de los de verdad, preocupado por todos, y quien creía en el hombre (o la mujer), es por eso que siempre ayudó, sumando y no restando. Este tipo de persona solo se da cada cien años, o tal vez mucho más.
Anécdotas hay muchas, si muchas. En los últimos 8 años que lo conocí profundamente, pude comprender que es cierto, que hay seres humanos de calidad. Tal vez no sean muchos, pero este era uno de ellos.
Ahora hay que tratar que su ejemplo y trabajo no se pierda y no se olvide, pero ante todo, por favor, seguir sus enseñanzas, de: respeto, diplomacia, paciencia, cultura, educación, sinceridad, honestidad, y ante todo con la verdad por delante.
Esperemos que su labor en la Tierra, no haya sido en vano.
YO NO EXTRAÑO A MOLTÓ, NI LO EXTRAÑARÉ NUNCA
Jorgenrique Miranda
Yo no puedo extrañar a ese ser que cuando estuvo en Guayaquil y fue secuestrado por un comando de Resistencia Cultural, espetaba a sus captores en un balneario bellísimo: “mis maestros me enseñaron que, por estos sitios dejados de la mano de Dios, LA VERDAD ANDA DISPERSA, MIENTRAS LA MENTIRA ESTÁ FÉRREAMENTE ORGANIZADA”. No, de ninguna manera, podré extrañar a aquel guajiro que, en pleno descanso, siempre andaba buscando la quinta pata al gato, hurgando y olfateando en todas partes, largándose al futuro para venir a contarnos luego, a los tristes mortales, todo lo que sus ojos boquiabiertos alcanzaban a ver. Él no deja ni siquiera un huequito en mi corazón, aquel irreverente que desde Radio Rebelde imprecaba diariamente contra los buenos burócratas y otras yerbas, con su voz bronca, de un permanente alzado. HABLANDO CLARO se llama ese programa que por acá quisimos replicar y nos costó muy caro. Su mal ejemplo es contagioso.
Es para mí imposible sentir condolencia alguna por un personaje, que, desde el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”, se las arreglaba para curiosear vidas, aventuras, desventuras, de pueblos cercanos y remotos que él reclamaba como “hermanos de Nuestramérica”. Desde esta trinchera despertaba a soñolientos y agrestes para escucharlos, blasfemar con ellos, y no dejarlos dormir.
Por culpa de él conocí a negros, gringos, mulatos, venus, minervas, provocadores culturales y toda laya de irreverentes que hasta ahora me escriben y me quitan el sueño, cuando yo lo que quiero es descansar.
Jamás podré decir en público, o repetirme a mí mismo, que Moltó me debe esperar, ya que hasta en eso me hizo trampa y se me adelantó.
No concibo apenarme por el Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) que, sin respetar su salud, viajaba física y mentalmente por todos los rincones de su Isla, escuchando y planteando, debatiendo sonriente con afectos y hermanos separados.
Definitivamente siento que no puedo extrañar a ese “palestino” tan lejano y cercano que ponía los oídos en la tierra para escuchar los mensajes de los muertos; que realizaba maratones solitarios hacia el mañana para luego traer -dicen los que lo conocieron- muestras vivas de solidaridad, respeto y comprensión.
Es inadmisible que extrañe a Moltó, desde que lo vi junto a Rebeca, a Ramón Cabrales, a Rufino del Valle, quienes lo trataron al milímetro, lo engrieron, lo malcriaron (y tampoco les hizo caso). De su complicidad con Rebe, solo puedo parafrasear: “quien los vio, no los pudo ya jamás olvidar”.
No, no, no puedo extrañarlo, porque lo llevo dentro. Está conmigo, gritándome, llevándome siempre la contraria, pelando las muelotas cuando yo le soltaba alguna de mis incoherencias, poniéndome cara de suegro cuando le criticaba alguna de sus andanzas y maltratos constantes a la camarada salud.
Moltó no es el pretérito imperfecto del parasimpremente nuncamás. Es la encarnación clarísima de lo que debe ser, de lo que le conviene ser, al ser que por ahora está deshumanizado y que más temprano que tarde enrumbará su proa hacia un norte de plenitud de dicha y dignidad, Antonio Moltó Martorell está conmigo y con la gente decente de este globo.