Llega el aniversario 125 de natalicio, del prestigioso intelectual José Zacarías Tallet, uno de los fundadores de la primera Escuela Profesional de Periodismo en Cuba y director de la misma al triunfo de la Revolución; por su meritoria labor fue merecedor del mayor reconocimiento de la Organización Internacional de Periodistas y el Premio Nacional de Literatura del año 1984. Hoy con el continuador de su sección Gazapos y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) Fernando Carr Parúa, la web de la UNEAC recuerda la obra de vida de un defensor del correcto uso de la lengua materna.
¿Cómo influyó la cultura autodidacta de José Zacarías Tallet en su trascendental obra poética?
Tallet fue un hombre que leyó mucho durante toda su adolescencia, por lo que entra en la poesía haciendo una broma. Hace un cuaderno con unas palabras inventadas…en la forma que lo hacía el poeta uruguayo Julio Herrera y Reissig con dibujos de José Manuel Acosta, su gran amigo, para hacerle un regalo a un periodista, pero aquello nunca le llegó, porque empezó a pasar de mano en mano… y la gente se dio cuenta que eso era una obra de arte.
¿Qué acciones revolucionarias José Zacarías Tallet realizó a través de sus escritos?
En el periódico Ahora, en el tiempo de Mendieta, sus escritos son de una valentía increíble…pues era una cooperativa de periodistas en contra de la dictadura batistiana; pero también son visionarios, pues hay un poema de Tallet que él se lo dedica a Rubén Martínez Villena cuando fracasa el Movimiento de los veteranos y patriotas, porque había uno alzado contra el gobierno de Zayas, Laredo Brú, que al llegar Zayas con una maleta de dinero, acabó el alzamiento, pero estaba Rubén en Ocala, la Florida, que había reunido armas y aviones… y al saber que todo aquello se vino abajo, a Rubén se le cayó el alma y al regresar a Cuba, Tallet le hace un poema que termina diciendo que como única esperanza lo que queda es el Alba roja…
¿Cuál personalidad caracterizaba a José Zacarías Tallet?
Él tiene un poema que lo retrata, que menciona algo así (…) yo soy un enredo de sapo y de paloma, con algo de serpiente y algo de león, con poco de libélula y mucho de carnero, con cuatro pelos de gato y de un cisne, un plumón (…). Termina diciendo, después que él analiza todos esos animales, de los que él cita que también forma parte, él dice (…) en definitiva soy un carnero (…), porque era una persona muy buena. Se conoce el Tallet poeta, escritor, periodista, revolucionario, pero es que Tallet era algo más que eso, además que era un sabio, era una persona modestísima, yo creo que eso era lo que más valía de Tallet.
¿De qué manera continua la obra de José Zacarías Tallet en la suya?
Él antes de morir me dijo (…) cuídeme los Gazapos, no me abandone los Gazapos y eso es lo que yo he tratado de hacer, porque en los Gazapos siempre de una forma u otra, decía algo jocoso, y yo he tratado en la medida de lo posible, también decir algo jocoso.
Tomado de Uneac