Tres décadas se dicen muy fácil, y si habláramos de una persona quizá lo fueran, pero si nos referimos a un medio de prensa de calidad probada, arribar a este aniversario es más de lo que muchos esperaban y ese es el caso del telecentro Islavisión.
Para algunos la tercera década de la televisión pinera equivale a un hijo al que han guiado por un largo camino hasta convertirlo en su mejor versión, para otros es el hermano o primo con quien han crecido y aprendido a la par; para todos sus trabajadores más que una labor es parte imprescindible de la familia.
Aunque en papeles su objeto social es meramente informativo, la política de este telecentro, según su director Sergio Rivero, es nunca conformarse, tratar siempre de dar un poco más, de ser mejor y más integral, y con ello más cercano al pueblo.
Da igual si es una noticia de gran impacto, una programación especial en pleno ciclón o la narración de un hecho sublime como la caída de un árbol emblemático, Islavisión es más que periodismo, es creación, es visualidad enriquecedora y es, sobre todo, un reflejo de la realidad de la Isla que aquel 13 de agosto de 1987, coincidiendo con su cumpleaños, le regaló a Fidel el quehacer de este colectivo en respuesta a su iniciativa de crear ese medio de comunicación en momentos en que estudiaban miles de jóvenes de varias latitudes y la solidaridad trascendía las fronteras del terruño. Por eso es mayor el compromiso.
“Con 30 años en la televisión he visto lo sabores y sinsabores, esta es mi segunda casa y al igual que en el hogar unos días son mejores que otros, pero no abandonas”, confiesa la editora Nereida Flores Pantoja.
“No hay otra palabra que no sea orgullo para definir lo que me representa ser parte de Islavisión desde sus inicios. Ya casi nada es como al principio, ahora se trabaja con tecnología combinada analógica y digital y se espera que pronto sea solo digital, eso ha representado un reto para los más veteranos, pero a la vez es rico poder decir que cada día aprendes algo nuevo de un oficio que amas”
Pero Nereida no es la única de los fundadores de Islavisión que están hoy en activo, a través de los años este colectivo se ha caracterizado por la estabilidad, lo que no limita la integración constante de jóvenes a sus rutinas productivas.
Para los televidentes escuchar a Dagoberto Consuegra, Riquelma Pentón y Noel Otaño les resulta tan común y familiar como ver un momento cultural con Katia Álvarez, una información de Yery Ramírez o disfrutar al máximo de una excelente crónica deportiva con Yuliet Calaña, y esos son solo los que salen en cámara, quienes se encuentran del otro lado también pertenecen a generaciones y saberes diferentes.
Una a quien la juventud de edad no le resta conocimientos, pues lleva ya ocho años en el telecentro, es Jany Acosta Vega. A ella se le encuentra laborando incansablemente frente a una computadora desde el anonimato de una oficina, pero asegura que nada le brinda mayor placer. Hoy se desempeña como editora, pero no siempre fue así.
“He pasado por varias plazas desde que entré y he tenido la oportunidad de aprender de cada proceso creativo. Si algo destacable tiene nuestro centro es la posibilidad que brinda de superación. Contar con gente de mayor experiencia nos facilita mucho el desarrollo profesional porque te nutre y hace el trabajo más integral.
“Como yo creo que los jóvenes que hoy formamos parte de este colectivo, tenemos la misión de mantenerlo fresco, de aportar nuestra visión creativa y apegada a los intereses de un público ávido de dinamismo”, aseguró.
Precisamente en ese afán de estar a tono con los tiempos modernos, el telecentro tiene creada la infraestructura para posicionar sus contenidos en diferentes plataformas, saliéndose del marco tradicional de la televisión para apoderarse de las nuevas técnicas y herramientas que brinda Internet a través de la página web y las redes sociales.
Buenas prácticas y trabajo en equipo son preceptos inviolables para lograr un trabajo de calidad y esa es la meta diaria.
“Nuestra parrilla está compuesta por 32 programas semanales, además de los infantiles, los dramatizados y documentales, así que lograr la unidad es de máxima importancia y eso nos llena de satisfacción”, afirmó Sergio Rivero.
“Me atrevo a decir que Islavisión llega a su 30 aniversario con una madurez en su producción televisiva y en gran medida eso tiene que ver con el valor y la profesionalidad del colectivo.
“Retos quedan por supuesto, todo es perfectible y ahora mismo nos encontramos inmersos en un proceso de implementación de gestión de la calidad, pero lo que sí es seguro es que nuestra autoevaluación es constante para mostrar cada día una televisión mejor, que abarque nuestra agenda mediática y la agenda pública”, aseveró Rivero.
30 años se dicen muy fácil, pero adentrarse en la historia de un medio y de los hombres y mujeres que lo construyen día a día no lo es. Islavisión tiene el mérito de ser la televisión pinera de corazón, lugar que le otorga un pueblo que por décadas marcha a su lado.
Yenisé Pérez Ramírez y Karelia Álvarez Rosell / Cubaperiodistas