El martes 2 de mayo se realizó, a pedido de Venezuela, una reunión extraordinaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en la que se analizó la situación que vive el país suramericano, la violencia desatada por los grupos radicalizados de derecha y la necesidad de concretar un diálogo que haga retornar la paz.
El encuentro concluyó con un rotundo apoyo al Gobierno Bolivariano, a su postura de promover el diálogo con la oposición y con un contundente rechazo a cualquier intento intervencionista.
El impulso del diálogo, la paz y la soberanía, dejó expuesto – por contraposición – la promoción de la violencia y del intervencionismo que hasta la actualidad realiza Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), junto a algunos presientes de la región (el argentino, Mauricio Macri, el golpista brasileño, Michel Temer, el mexicano Enrique Peña Nieto), que han mostrado un absoluto alineamiento con los intereses de Washington.
Luego del encuentro, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, aseguró que “sin duda alguna, ha sido una reunión histórica, una gran victoria. A pesar de que esas fuerzas oscuras del club de gobiernos que trataron de impedir la reunión, a San Salvador (capital de El Salvador) llegaron todos los países de nuestra región, de América Latina y el Caribe, a ratificar un ejercicio de soberanía”.
“Se ha impuesto la soberanía, se ha impuesto el respeto a la independencia de los Estados, se ha impuesto el respeto a la autodeterminación de los pueblos y se ha impuesto también la no intervención en los asuntos internos de los Estados”, remarcó.
La canciller venezolana señaló que “este es un nuevo impulso al diálogo, y la comunidad internacional podrá ser testigo de los esfuerzos del presidente Maduro, de la Revolución Bolivariana y de su pueblo por concretarlo”.
Por último, Rodríguez remarcó: “quedó demostrado que el problema no es Venezuela, que el problema es el sesgo político-ideológico de una facción de gobiernos de la región, que están empeñados en la intervención, siguiendo el guión que les dictan desde el Departamento de Estado estadounidense”.
Héctor Bernardo / Diario Contexto