En un pueblo escondido entre las montañas del municipio granmense de Buey Arriba, en la Sierra Maestra, radica el puesto de mando del audiovisual comunitario en Cuba: la Televisión Serrana (TVS), adonde se llega después de subir una loma con forma de caracol.
Fundada el 15 de enero de 1993 por el realizador Daniel Diez Castrillo, fue un atrevido proyecto que se materializó en difíciles circunstancias gracias al apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y el Instituto Cubano de Radio y Televisión.
La televisora, ubicada en el poblado de San Pablo de Yao, en sus inicios tenía como objetivo trasmitir un canal comunitario de televisión, pero los equipos necesarios nunca llegaron y los documentales se convirtieron en las principales producciones del proyecto, muy bien acogido por los pobladores de la serranía.
Los primeros pasos de ese grupo de soñadores, el cual llegó a San Pablo de Yao hace 24 años, estuvieron encaminados a enseñar a los campesinos de la zona cómo usar las cámaras, los programas de edición y otros equipos, para que ellos mismos confeccionaran sus materiales audiovisuales, como directores y realizadores.
Títulos como Del lado acá del río, Como una gota de agua y Freddy o el sueño de Noel, colocaron a la TVS en uno de los puntos de mira de los cinéfilos, pues unido al contenido social, muestra una interesante voluntad estética.
La TVS creció entrelazada al poblado de San Pablo de Yao, y ambos forman un inseparable binomio, razón por la cual muchos campesinos sienten orgullo de vivir en esa parte de la serranía.
Cada material producido por ese colectivo sirve para solucionar o llamar la atención sobre problemas que afectan a la zona montañosa, tal como el éxodo de personas hacia las ciudades y los daños al medio ambiente.
En TVS existen peculiares modos de hacer acordes con las características de las obras. Por ejemplo, sus trabajos están fuera de los tiempos televisivos y cada propuesta se discute a través de un grupo de creación, donde todos los trabajadores aportan ideas para el nuevo producto audiovisual.
Entre sus actividades diarias resalta el trabajo comunitario, en el cual se insertan actividades con actores, músicos y otros artistas, además imparten talleres de realización para personas de todas las edades.
Cuentan con un Centro de Estudios para la Comunicación Comunitaria, que brinda formación elemental y especializada a los personas de las comunidades montañosas, además de grupos alternativos de creación en varios municipios integrados por jóvenes con interés en la realización audiovisual.
El premio La Utilidad de la Virtud, otorgado por la Sociedad Cultural José Martí y el Nacional de Cultura Comunitaria, son algunos de los lauros recibidos por ese colectivo a lo largo de su trayectoria, así como decenas de reconocimientos por la calidad de sus más de 600 obras producidas.
Entre sus principales esferas está el trabajo comunitario, los talleres de formación, las muestras de documentales y las cruzadas audiovisuales, donde los pobladores se convierten en realizadores y protagonistas de las historias.
Durante las semanas que duran sus periplos por intrincadas comunidades del oriente cubano, los realizadores además de mostrar las peculiaridades de la vida serrana, realizan cursos sobre especialidades del audiovisual, intercambian con los comunitarios, imparten talleres de creación para niños y encuentran nuevas y sorprendentes historias.
Televisión Serrana es una institución en renovación constante que, a pesar de la escasa difusión de sus obras, mantiene el noble trabajo de mostrar la grandeza de los hombres y mujeres de la Sierra Maestra, con sus sueños, sus problemas y sobre todo sus aportes en la construcción de una Cuba siempre mejor.
Aquel sueño de Daniel Diez se convirtió en una escuela con un estilo propio y una elevada calidad artística, cuyos materiales, desde los primeros planos, se parecen al hombre de campo, con su ritmo, sus espacios y el respeto a sus costumbres.
Maité Rizo Cedeño / ACN
