Estas que exponemos aquí son las imágenes del tránsito hacia la estación de la permanencia. Testimonios de cómo un ser humano se fundió para siempre en la vida y la memoria de millones de seres humanos, aseguró Pedro de la Hoz, Premio Nacional de Periodismo José Martí, al dejar inaugurada este martes en la casa de la prensa, la expo “Hasta siempre”.
La muestra, que se exhibe en el vestíbulo de la Casa de los periodistas cubanos, recoge más de 30 instantáneas de 19 fotógrafos de diferentes medios de prensa que reportaron el regreso a Santiago de Cuba del líder histórico de la Revolución cubana.
Junto a la exposición se develó una gigantografía con una obra del multipremiado caricaturista Arístides Hernández (Ares) que tituló “Cuba postCastro”, sobre la cual Pedro de la Hoz refirió:
“La obra de Arístides Hernández, Ares, es anterior al suceso luctuoso. Ejemplo vibrante e inteligente de gráfica militante, el artista, con metáfora rotunda, se adelantó a lo que algunos —impotentes, revanchistas, ignorantes, zascandiles y miopes— imaginaron o desearon para cuando ni él ni la generación histórica estuvieran. Post significa después, solo eso, prefijo temporal. Porque en el post hay, habrá y tendrá que haber muchos más cómo él, mucho más de él, mucha más Revolución. Dígase su nombre, Fidel y eso basta”.
A la inauguración de la exposición y la develación de la gigantografía asistió el Héroe de la República de Cuba Antonio Guerrero, y Antonio Moltó, presidente de la Upec, así como otros periodistas y estudiantes de la carrera de Periodismo.
PALABRAS DE PEDRO DE LA HOZ, PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO JOSE MARTÍ, AL QUEDAR INAUGURADA LA MUESTRA
Nunca quiso perpetuarse. Sabía, como dijo el poeta, que todo lo que tiene fin es breve. Que el tiempo, al obrar sobre la materia, es implacable.
Pero nunca pensó en sí mismo, sino en los demás. En cambiar la realidad, desde la más inmediata, la de su país, hasta la del mundo. Porque si alguien encarnó a fondo el principio martiano de que Patria es Humanidad fue él.
Siempre defendió el concepto de que toda Revolución es hija de las ideas. Que sin cultura no hay libertad posible. Que la libertad, a su vez, exige compromiso y responsabilidad.
Por eso no hay ni habrá estatuas ni monumentos, como no sea ese que su hermano reclamó al clausurar la más reciente sesión del Parlamento: hacer realidad cada día los postulados contenidos en su brillante definición del concepto de Revolución.
En su regreso a Santiago, lo acompañó el pueblo, su pueblo, generaciones juntas, hombres y mujeres, unidad en la diversidad, todos a una. Todos en duelo pero también con la confianza de que nada ni nadie olvidará su siembra, su estatura, su infinitud, su reciedumbre.
Cerca de él, Martí lo arropa. Unos metros más allá, compañeros del Moncada e internacionalistas. La sencillez distingue la morada; firme y única roca, tan solo con su nombre, un nombre que pronunciaremos en actos y batallas presentes y futuras, a la hora de las arduas decisiones y, cómo no, en las alegrías que sabremos cosechar ahora y mañana.
Estas que exponemos aquí son las imágenes del tránsito hacia la estación de la permanencia. Testimonios de cómo un ser humano se fundió para siempre en la vida y la memoria de millones de seres humanos. Fotografías sensibles, entrañables, evocadoras. Un poeta héroe, Antonio Guerrero, aporta una imagen para seguir teniéndole a su lado. Otras dan cuenta de la dedicada atención de profesionales que nunca hubieran querido reportar ese momento pero que se sobrepusieron al dolor para cumplir con un deber ineludible.
Abel Padrón, Abel Rojas, Arelyz Echevarría, Fernando Medina, Francy Espinosa, Gilberto Rabassa, Jorge Luis González, José Raúl, Juvenal Balán, Ladyrene Pérez, Marcelino Vázquez, Natasha Pisarenko, Ramón Espinosa, Raúl Pupo, Ricardo López Hevia, Roberto Chile, Vladimir Molina, Yaimí Ravelo, Yander Zamora. Todos cumplieron con los versos de esta elegía visual.
La obra de Arístides Hernández, Ares, es anterior al suceso luctuoso. Ejemplo vibrante e inteligente de gráfica militante, el artista, con metáfora rotunda, se adelantó a lo que algunos —impotentes, revanchistas, ignorantes, zascandiles y miopes— imaginaron o desearon para cuando ni él ni la generación histórica estuvieran. Post significa después, solo eso, prefijo temporal. Porque en el post hay, habrá y tendrá que haber muchos más cómo él, mucho más de él, mucha más Revolución.
Dígase su nombre, Fidel y eso basta.
Muchas gracias.
FELIX ELMUZA: LOS HOMBRES MUEREN, LAS IDEAS NO
La tarde de este martes fue propicia para que Juan Carlos Ramírez Heras, jefe del Departamento de Organización de la Upec, presentara la comisión, que él preside, y el plan de actividades a desarrollar durante todo el año en conmemoración al centenario del natalicio de Félix Elmuza, el próximo 24 de noviembre.
Elmuza fue un periodista cubano, amigo de Juan Manuel Márquez el segundo al mando de la expedición del yate Granma, quien fuera asesinado el 8 de diciembre de 1956 por los soldados batistianos, unos días después del desembarco, cerca de Niquero, actual provincia de Granma. La máxima distinción que otorga la Upec lleva su nombre.
Al respecto el colega Luis Hernández Serrano, periodista del diario Juventud Rebelde, y autor del libro “El quinto expedicionario”, sobre Félix Elmuza, narró varios pasajes de su infancia, juventud y vida profesional.
Serrano mostró a un Elmuza desprejuiciado, de carne y hueso, dicharachero, jaranero, alegre, siempre dispuesto a hacer una broma pero muy serio a la hora de asumir compromisos y posiciones ante la vida.
Elmuza fue el encargado de aglutinar y buscar apoyo para la revolución en los estados unidos junto a juan manuel Márquez, y en México previo a la salida del yate Granma, fue el encargado de buscar alojamiento a los expedicionarios y atender las necesidades de estos.
Hernández Serrano aseguró que nuevos pasajes de la vida de Elmuza aparecen en otro libro que está preparando que llevará el título “Crónica inconclusas” y saldrá bajo el sello de la Editorial Pablo de la Torriente, de la Upec. Allí se desvelan con claridad los intríngulis de sus apellidos, ya que tiene de palestino, alemán, además de cubano, el lugar de nacimiento, que fue en el reparto Buenavista, en Marianao, en la capital cubana, los oficios que practicó y los lugares donde trabajó.
El libro ya está en proceso de edición y debe estar a la venta para el mes de noviembre, coincidiendo con el centenario de Félix.
En Video, Pedro de la Hoz, Premio Nacional de Periodismo “José Martí”, presenta la exposición
