Fidel Castro se nutrió del pensamiento de José Martí y el proyecto que ideó hubiera fracasado si se le separaba de la equidad y el fundamento ético heredados conscientemente por él del Apóstol, su mentor directo, en quien apreció al “más genial y universal de los políticos cubanos” y al “guía eterno de nuestro pueblo”.
Así expresó en Holguín el escritor y ensayista cubano, Doctor Luis Toledo Sande, en un conversatorio en el salón principal del canal Tele Cristal, ante un centenar de periodistas e invitados en ocasión de la Jornada de la Prensa que se realiza en esta provincia hasta el 14 de marzo.
El también autor, entre otros, de “Cesto de llamas”, Premio Nacional de la Crítica, subrayó que Fidel, revolucionario pleno, encabezó la generación del centenario para luchar por cumplir la tarea que planteó Martí de instauración de la república moral, por la cual luchó y murió, por ello no se conformó con lo posible y se propuso lo imposible.
Así lo hizo Martí al proponerse metas que cualquier pragmático de su tiempo habría considerado inalcanzables: liberar a su patria del viejo colonialismo y del sistema de colonización que los Estados Unidos imperialistas se disponían a ensayar en nuestra América, dijo Toledo.
Refirió que, atento a las lecciones de Martí, Fidel halló en la obra del Maestro la claridad de su pensamiento, se nutrió de sus enseñanzas y captó con claridad el sentido de pueblo en el Apóstol, en referencia a los pobres olvidados de aquella época.
En el conversatorio acerca de la vigencia del pensamiento martiano en Fidel, el expositor recordó cómo después de las luchas independentistas de 1868 y 1895 surgieron ejemplos de vanguardias representados por Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y Antonio Guiteras, entre otros
Subrayó que posteriormente surgió una avanzada que encabezó Fidel y protagonizó el asalto al Cuartel Moncada, en 1953, movilizó al pueblo hasta el triunfo de 1959 y demostró la potencialidad existente en la Revolución Cubana.