-Mi “chini”, me entraron dos cajas de Red Bull, y cuatro de jugo de manzana, te voy a guardar una de la bebida y dos del jugo, las otras son para mi amiga que la vez pasada no le guardé nada….
Ese fue el diálogo a luz pública que escuché en uno de los tantos kioscos de ventas en divisas que se encuentran en la ciudad de Ciego de Ávila.
LOS PROTAGONISTAS: la dependienta, y casi seguro un cuentapropista.
LAS CAUSAS: el desabastecimiento que vivimos y la no aparición de un mercado mayorista.
LOS AFECTADOS: sin dudas, el pueblo, que no podrá comprar un jugo de manzana o tiene que pagar la mayoría de las veces el doble del precio original.
Ni los inspectores, ni los que tienen que ver con ellos, ponen freno al desorden que se vive en la provincia y que permite que se pregone en portales y aceras cualquier tipo de producto comprado en tiendas recaudadoras de divisas o comunes mercados en moneda nacional.
Los artículos van desde una Cola para pegar, hasta manzanas, brillantina y hebillas para el pelo.
Súmele, y es bueno decirlo, todo tipo de implementos para las
tuberías de agua y lo que usted más necesite encontrar que “vuele” o “no lo dejen salir” a la venta en las tiendas.
Lo curioso es que casi parece ya parte de nuestra cotidianidad, olvidando cuánto afecta el bolsillo del cubano.
Ahí están los sorbetos, las golosinas, los llamados pellys, que “se mudan” por sacos de los establecimientos y después aparecen en carretillas de cuentapropistas que jamás elaboraron dicho producto.
Eso toma más auge en fiestas populares como por ejemplo, los play off de la Serie Nacional de Béisbol, o el carnaval de las Flores. Este último se lleva lo mejor pues los vendedores reciben autorización para ese tipo de comercio que incluye hasta las cervezas y las maltas a 10 pesos por encima del precio oficial.
Es bueno recordar lo expresado por el General de Ejército Raúl Castro el siete de julio del 2013, al clausurar la primera sesión ordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular: “Convencido de que «el primer paso para superar un problema de manera efectiva es reconocer su existencia en toda la dimensión y hurgar en las causas y condiciones que han propiciado este fenómeno a lo largo de muchos años»,… «Así una parte de la sociedad ha pasado a ver normal (…) el acaparamiento de productos deficitarios y su reventa a precios superiores.»
«Los órganos estatales y del gobierno, cada uno en lo que les corresponde, entre ellos la Policía, la Contraloría, la Fiscalía y los Tribunales deben contribuir a este empeño, siendo los primeros en dar ejemplo de apego irrestricto a la Ley; reforzando así su autoridad ante la sociedad y asegurando el apoyo de la población” concluyó Raúl.
No caben dudas de que el denominador común de este fenómeno ha sido y es la falta de exigencia de los encargados de hacer cumplir lo establecido, la ausencia de sistematicidad en el trabajo a los diferentes niveles de dirección y el irrespeto, en primer lugar, por las entidades estatales de la institucionalidad vigente, lo cual, por otra parte, menoscaba su capacidad y autoridad para exigir a la población que se atenga a las regulaciones existentes.
Ojalá las soluciones se vean lo más rápido posible, y que pongan pausa, o mejor stop, a la prisa de lo mal hecho.
Osvaldo Gutiérrez Gómez / ACN