Un comando del Directorio Revolucionario asalta el Palacio Presidencial, el 13 de marzo de 1957, con el propósito de ajusticiar al dictador Fulgencio Batista, que usurpaba el poder desde el golpe de Estado perpetrado en 1952.
La operación incluyó la toma simultánea de la emisora Radio Reloj, desde la cual José Antonio Echeverría, secretario general de esa organización y presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, transmitió la noticia del supuesto ajusticiamiento del dictador.
Aunque Batista escapó, esa fue una de las jornadas más heroicas del estudiantado a lo largo del proceso insurreccional que condujo al triunfo de la Revolución.
A la salida de la emisora, Echeverría es ametrallado en una calle al costado de la Universidad de La Habana.
En igual fecha de 2002, en el acto por el aniversario 45 de la acción, el Comandante en Jefe Fidel Castro dedica un emocionado recuerdo al joven “lleno de vida, nobleza, desinterés, extraordinario coraje y profundos sentimientos revolucionarios” de quien siempre recibió un fraternal afecto.
Fidel señala que, con José Antonio al frente, aquellos combatientes estaban cumpliendo el compromiso de luchar unidos para derrocar la tiranía y llevar a cabo la Revolución Cubana, suscrito en México entre el Movimiento 26 de Julio y la FEU el 30 de agosto de 1956.
“Ellos nos legaron el ejemplo con el que nuestro pueblo, día a día, pieza a pieza e idea tras idea, ha convertido a Cuba de colonia española primero y humillante dominio imperialista después, en la nación más independiente y libre de la Tierra ; de una sociedad esclavista, llena de injusticias y desigualdades, en el país más solidario y justo que ha conocido el mundo”.
Nayda Sanzo Romero / ACN
Vea también Fidel y José Antonio, dos asaltos más allá de la vida y la muerte
