Esta ya no es la ciudad de los coches, es la de los Alazanes, la que sus peloteros hicieron estallar y temblar de alegría cuando Miguel Lahera dominó en fácil elevado a tercera a Raúl González, para conseguir el último out del cuarto juego y convertirse en el campeón número 18 de la pelota cubana.
Granma debutó en Series Nacionales en 1977 tras la división política administrativa. Es decir, después de 40 años alcanzan su primera corona en las contiendas beisboleras domésticas. Y lo hicieron con clase, ante el campeón defensor Ciego de Ávila, barriéndolos inobjetablemente.
Es la sexta vez que el monarca se proclama por pollona de 4-0. Antes lo logró Pinar del Río vs. Villa Clara (1997); Santiago de Cuba a Pinar del Río (2000); Industriales a Villa Clara (2003 y 2004) y Santiago de Cuba a Pinar del Río (2000).
En el duelo de marras, presionado por la exigencia de no tener mañana, el mentor Roger Machado apostó por marcar temprano a toda costa y mandó tres intentos de sacrificio en las cuatro primeras entradas, hasta que facturó par de anotaciones para explotar al abridor Leandro Martínez, un punto de giro en el encuentro.
Con el pitcheo menos fuerte de los Alazanes en acción, los Tigres necesitaban despegarse, mas no lo consiguieron contra los envíos de un César García controlado que sacó un out tras otro y mantuvo viva la llama de la remontada.
Para lograrla, los granmenses aprovecharon todos los «regalos» del contrario: un error y ocho boletos, entre ellos uno intencional, que a la postre fueron suficientes. Si el sábado su metralla ofensiva de largo alcance liquidó a los Tigres, ahora solo cuatro imparables bastaron para dominar 3-2 la pizarra.
Las carreras de los Alazanes ilustran a la perfección su máxima eficiencia ante los fallos del contrario: dos de ellas las anotaron sin pegar jit y la del empate llegó por sencillo de Yoelkis Céspedes, pero Guillermo Avilés, quien pisó el home, había entrado en circulación por error del novato inicialista Eliécer Griñán.
Las dos últimas carreras llegaron contra el mejor cerrador de Cuba, José Ángel García, quien fue llamado al box por la urgencia de éxito, aunque se le demandó un trabajo fuera de su rol de taponero. El artemiseño cumplió al permitir solo una sucia en la séptima, pero con más de 80 lanzamientos fue presa del descontrol y sin pegarle de jit le hicieron la decisiva en la octava.
TRIUNFO DE TODOS
Hoy los Alazanes no son solo los peloteros, sino un pueblo entero desbordado por la alegría; son los familiares de los jugadores y es también un cuerpo de dirección comandado por un hombre, Carlos Martí, que se ha entregado a la pelota, que vive para ella y ha demostrado su clase como timonel. Ya en 1989 había vencido en una Serie Selectiva con Orientales.
Casi no podía hablar, con la voz tomada alcanzó a decirnos: «Quiero hacer una dedicatoria, a Fidel, que desembarcó aquí y esta provincia le debía un homenaje como este».
«Salimos arriba del play off contra Matanzas cuando nadie nos tenía en cuenta, y agradezco por la entrega de los muchachos. Nunca pensé que fuera 4-0, pero vi la emoción y el ímpetu de los muchachos y sabía que podíamos coronarnos», comentó a nuestro diario Alfredo Despaigne, visiblemente emocionado.
«Ser campeón con Granma es lo más grande que me ha pasado en mi vida, en mi carrera deportiva. Esto es más que ser líder de cuadrangulares en un mundial o un jonronero en cualquier liga. Soy un hombre feliz, por la felicidad de mi pueblo”, añadió el slugger.
Por su parte, Miguel Lahera, efectivo en el cierre, nos aseguró que se siente sumamente cómodo en dicho rol, el cual asume con presión y la confianza en el triunfo. Otro refuerzo del conjunto, el dinámico Denis Laza, nos dijo que Granma ya es su primera casa luego de vivir tremendas experiencias en los últimos meses.
«Después de una primera parte contra Matanzas incierta, me supe sobreponer, saqué el extra. Le pegué bien a la bola, hice ajustes en la mecánica y conecté perfecto hacia la banda opuesta, creo que eso fue clave en mi mejoría ofensiva», afirmó a nuestro diario Guillermo Avilés, quien se erigió como líder impulsador de la novena en la postemporada con 13.
«Ya lo había experimentado en otra ocasión con Pinar del Río, pero vivirlo aquí en mi tierra es diferente, se saborea mucho más. Por mi mente pasan muchas cosas lindas, es increíble lo que hemos logrado, jugamos con una tremenda inspiración desde que derrotamos a Matanzas, y eso nos ayudó a superar a Ciego, un equipo que nos dominaba», precisó Roel Santos.
Lo cierto es que Granma vistió de lujo al béisbol. Entre semifinal y final ganó seis partidos consecutivos, liquidó en siete juegos al recordista de la temporada, Matanzas, a quienes noqueó en patio ajeno durante el séptimo duelo; y para rematar, blanqueó al campeón nacional. Ninguna victoria en una campaña tan larga es fácil, como tampoco lo ha sido este triunfo por barrida, que lograron por su capacidad de respuesta a la hora buena.
ANOTACIÓN POR ENTRADAS | ||||
M. DE BARBADOS | C | H | E | |
CAV | 000 200 000 | 2 | 7 | 1 |
GRA | 000 100 11X | 3 | 4 | 0 |
G: César García (6-2). P: José Ángel García (3-3). Js: Miguel Lahera (11). |
Tomado de Granma