Si eres de los que no les gusta dejar pasar grandes oportunidades de vida, este jueves 2 de febrero, participa en la entrevista online que se realizará en Cubaperiodistas.cu, al Premio Nacional de Periodismo José Martí Luis Sexto Sánchez.
El también profesor de la Facultad de Comunicación y presidente de la Comisión Nacional de Ética de la Unión de Periodistas de Cuba presentará en la 26 Feria Internacional del Libro, el título de su autoría La aparente cordura de las cosas.
Las preguntas pueden dirigirlas al correo redaccion@upec.co.cu o a la página de Facebook de cubaperiodistas.
El profesor Luis Sexto ya responde las preguntas recibidas.
P: Usted como presidente de la Comisión Nacional de Ética presentó el nuevo reglamento del Código de Ética, en el pasado pleno de la Upec. ¿Considera usted que con la aplicación del mismo se pueda ejercer justicia en los medios de prensa?
Luis Sexto: El reglamento está adecuado al código vigente. Se le aplicaron mínimas rectificaciones. Estaba muy bien concebido. Hay que recordar que antes Juan Marrero ejercía de presidente, y no existía entre nosotros mejor ejemplo de ética. Lo ideal sería que ese reglamento no se abriera nunca; afortunadamente, en el tiempo en que yo he estado a cargo de la comisión solo ha habido un caso.
Debemos comprender que nuestra profesión es puramente ética, además de técnica. El periodista debe decir la verdad, investigar la verdad, pues el periodismo tiene una naturaleza de servicio, es decir, su deber está en ayudar a construir una mejor sociedad y saber dónde están los gérmenes que la lastran.
P: Profesor, además de periodista es escritor, ¿cómo distribuye usted su tiempo para desempeñar ambas funciones?
Luis Sexto: Yo trato de ser escritor y trato de ser periodista, aunque ambas facetas se mezclan y se auxilian mutuamente. Hay libros de escritores que uno le elogia las técnicas periodísticas y viceversa.
Cuando yo ejercía el periodismo todos los días me era muy difícil hacer literatura. Yo era un periodista que le gustaba hacer periodismo, –aunque suene redundante–.
Nadie, por supuesto, puede hablar de lo que no tiene. es preciso “vivir para escribir”. Por ello, decidí primero, buscar las historias antes de sentarme frente a la máquina. Yo tengo libros conformados desde el periodismo como “Crónicas en primera persona”.
Me jubilé precisamente para intentar escribir libros, pero el periodista no se va. Al contrario, los años de experiencia sirven para encontrar “la palabra precisa”. Si algún día llego a ser un escritor debo admitir que le debo mucho al periodismo.
P: Como profesor de Fcom, ¿considera que la Academia debería profundizar más en los valores del periodismo revolucionario, su papel en determinadas coyunturas y en figuras como usted, Julio García Luis, entre otros muchos, en la misma medida que lo hacen en la enseñanza de la teoría y la técnica?
Luis Sexto: Creo que los profesores que conozco que han pasado por la Academia, se han ocupado de presentar un modelo revolucionario bastante acertado.
Se necesitan modelos periodísticos donde lo revolucionario esté tanto en las ideas políticas, como en las formas de hacer periodismo. Nos hacen falta modelos de forma, de estilo, y por supuesto si a ese modelo se le agregan ideas revolucionarias, mejor.
Nos hace falta modelos de periodistas, más que modelos de ideas.
Ramón Lobaina: ¿Qué gestiones se han hecho para que sus interesantes crónicas, publicadas en varios libros pequeños, pudieran ver la luz en un solo volumen?
Luis Sexto: Yo también quisiera ver que se pudieran considerar mis mejores crónicas en un solo volumen. Pero eso no depende de mí.
Si yo recibiera 100 mil sugerencias (risas) tal vez pudiera ir al Instituto del Libro y mostrarle el reclamo de los lectores.
Quizás por mi edad, a alguna editorial le pudiera interesar recopilar algunas de mis mejores crónicas. Lo que no me gustaría es que se publicaran post-mortem, porque me gustaría enterarme (risas).
P: El periodismo tiene muchas convergencias entre sus géneros pero la aparición de internet abre nuevos horizontes. ¿Cómo se adaptó Luis Sexto a estas nuevas tecnologías. Perdurarán los géneros puros?
Luis Sexto: Yo no me he adaptado a las nuevas tecnologías. Me he visto obligado a hacer uso, siempre como aprendiz, de las nuevas tecnologías.
A veces echo de menos a la máquina de escribir y el papel. Tengo la impresión de que los errores que se me pueden ir en un texto digital no se irían al redactar en esos formatos. Creo que por un largo tiempo seguiré siendo inexperto.
Me gustaría advertir a los creadores no pueden poner demasiadas esperanzas en la digitalización. Quizás este fenómeno nos permite escribir muy rápido y he ahí un problema, porque puede parecer que las palabras resbalaran y podemos caer en un abismo sin darnos cuenta.
Tenemos que cuidarnos y desconfiar siempre de la rapidez con que salgan los textos. Sí, yo ahora escribo más rápido en la computadora, pero a la vez, tengo que estar más atento y hasta que no lo veo en el papel, no estoy conforme porque la rapidez pide rapidez.
Es el riesgo de todos los nacidos digitales: tienden a escribir más rápido pero no a escribir mejor.
Bárbara Doval: ¿La cotidianidad de Luis Sexto transcurre desde el escritor o desde el reportero esencial?
Luis Sexto: Ya no soy reportero en la práctica, pero soy reportero en esencia. El Luis Sexto que pretende ser escritor se fundamenta sobre todo en el reportero que fue en la práctica porque el reportero le enseña al escritor a tratar de conseguir el dato exclusivo, la información no manida y por supuesto, escritor y reportero, se siguen llevando bien porque son dos en uno o uno en dos.
Le agradezco mucho al reporterismo porque me aportó mucha experiencia para que el escritor pueda escribir después. Porque si uno no sabe describir la crecida de un río y ponerse en la piel de un personaje que está en esta situación es porque no lo ha vivido, entonces creo que se queda corta la experiencia para el lector.
Yuniel Labacena: ¿De ese regreso siempre al aula, qué le aportan a sus días?
Luis Sexto: La primera experiencia como profesor es que me ha servido para clarificar mis ideas y sintetizar mis experiencias en el ejercicio del periodismo.
Me ha servido, también, para darme cuenta qué placer más intenso se experimenta cuando uno se comparte, cuando uno trasmite a otros lo que ha aprendido a través de la experiencia y ha aprendido, incluso, de otros hombres y mujeres.
Porque me parece que ser profesor como ser periodista es practicar una vocación de servicio y solidaridad.
Yoandry Avila: Usted habla del “arte de las alianzas”, el maridaje entre periodismo y literatura, a su parecer, ¿cuál es la salud del periodismo narrativo cubano actual? ¿es una arista en la que convergen los jóvenes periodistas cubanos?
Luis Sexto: Creo que la alianza entre periodismo y literatura, si no están divorciados, está casi en receso. No podemos separar el periodismo literario de las circunstancias en que hoy se ve sometido el periodismo cubano.
Las circunstancias son adversas tanto para el periodismo corriente, como para el periodismo más elaborado.
Yo me pregunto: ¿puede un periodista decirle a su director o directora: “dame un carro, dieta para 15 días y un chofer que voy a recorrer la Sierra Maestra y te voy a traer 10 reportajes de interés humano, político y social”? ¿Puede hacerse esto hoy? pregunto.
Cualquiera que sean las razones, me parece que eso ya hoy no se hace como lo hicimos en Bohemia o en Trabajadores, en los años 80 y la primera mitad del 90.
Los impedimentos que influyen no pueden facilitar que se establezca la alianza entre periodismo y literatura.
El periodismo no es ficción. Un cuento se escribe sin salir de casa, quizá un reportaje de gabinete o bibliográfico, pueda escribirse sin salir de casa o de la redacción, pero un reportaje donde se mezclen literatura y periodismo necesita de la presencia vivencial, esto es, presencia vivida y vívida.
No solo estar presente sino vivir el reportaje en la búsqueda de datos. No pueden estar ausentes el periodista, ni los hechos, ni los ambientes, ni los personajes de la realidad.
Además, falta espacio en los medios, y el que lo tiene, carece de recursos para hacer lo que hacíamos hasta el año 1995: enviar a un periodista a una provincia a buscar la vida profunda del país.
Esther Pozo: ¿Este germinar como escritor anulará el periodista o lo reafirma?
Luis Sexto: En un sentido evidente, este germinar del escritor, en un sentido evidente, repito, anula al periodista. Ya que el libro exige más que el tratamiento periodístico de un reportaje o cualquier otro género de la profesión.
El libro exige mayor rigor y hasta mayor universalidad. Pero en un libro que yo publique puede que aparezcan rasgos del periodista interior que sigo siendo.
Puede, pues, que ya yo haga un periodismo implícito porque en todo lo que yo pueda escribir ha de estar presente siempre, el periodista que fui durante cuarenta años, pero ojalá que esté implícitamente con sus mejores facultades y no con las limitaciones.