Llegaron casi por asalto a nuestra redacción. Antonio Mancó, un italiano nacido en Nápoles, que viajó a Buenos Aires por un mes y lleva tres años filmando denuncias sociales en barrios marginales distantes apenas unos minutos del centro capitalino, y Ezequiel Álvarez, un comunicador bonaerense atrapado ambos en un proyecto denominado La Garganta Poderosa.
Esta misma noche, a las ocho, en la sala 3 del Multicine Infanta, se proyectará el documental Ni un pibe menos, obra bajo la dirección de Mancó y la asistencia de Ezequiel, propuesta desgarradora que parte de una investigación fílmica iniciada en el marginal barrio de Zavaleta, una semana antes de que en un enfrentamiento entre la policía local y bandas del lugar, pereciera el niño de nueve años Kevin Molina.
La asamblea de vecinos de la villa (que no pasa de ser una especie de favela) y los integrantes del proyecto La Garganta Poderosa, les pidieron denunciar ese caso y así empezó todo un largo proceso de recoger en cámara testimonios de la madre, del padre, de vecinos presenciales en esa barriada estigmatiza como peligrosa, donde a decir de los policías y de la gente que vive mejor: allí se matan entre ellos.
“Vinimos a mostrar la realidad tal como es en un documental que denuncia además la violencia institucional que permite a su vez, la violencia policial. El día que mataron a Kevin se recogieron 105 proyectiles de armas poderosas, armas de guerra, y se hicieron 11 llamadas al 911, para que uno de quienes recepcionaron ese pedido de auxilio dijese, allí no pasa nada. Su nombre Andrés Stolf. Presentamos la grabación y transcripción de esas llamadas.
“La música la seleccionamos con sumo cuidado, hecha por un grupo italiano, e incluimos un tango de Maritza Vázquez dedicado a Kevin. No es un testimonio político, o solo político, tiene poesía, buscamos que trascienda y pueda convertirse en una herramienta para cambiar la realidad, queremos restituir la belleza que sí existe en esta y otras villas”.