En el día previo al inicio del Internet Global Forum (IGF), que comienza en Guadalajara, México, se realizaron varios talleres “pre-evento”. En uno de ellos, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) presentó su informe sobre protección a los periodistas y la libertad de expresión, que recoge el asesinato de 84 informadores durante el 2015 en todo el mundo, tema en el que se centraron las intervenciones de los siete panelistas, dejando apenas quince minutos para preguntas del público, donde intervinieron tres personas, la última de las cuales fui yo.
Ya que uno de los ponentes (David Kaye, Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para la Libertad Expresión) se refirió al uso de trolls en amenazas en las redes sociales contra informadores, solicité la palabra para exponer cómo desde perfiles anónimos no pocas personas se benefician de los más de 20 millones de dólares que el gobierno de Estados Unidos destina a “programas de promoción de la democracia en Cuba” y amenazan a informadores cubanos, llegando incluso a provocar la cancelación de sus cuentas en las redes sociales, como ocurrió recientemente con mi perfil en Facebook.
Igualmente, me referí a cómo varias personas desde publicaciones y organizaciones financiadas por el gobierno de Estados Unidos emiten amenazas contra informadores cubanos. Mencioné concretamente el video difundido recientemente por el sitio Diario de Cuba, donde se llama a “derrocar” el gobierno cubano y se pide “arrastrar a toos los comunistas”.
Diario de Cuba es una publicación financiada por el gobierno de Estados Unidos a través de la National Endownment for Democracy. Pregunté si las organizaciones representadas en el panel estaban en disposición de investigar eso.
Desde el panel, el Señor Edison Lanza, relator para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), tomó la palabra y afirmó que si se le hacían llegar las informaciones sobre esas “supuestas” amenazas a la libertad de expresión investigaría al respecto, pero cuando antes de mi intervención una señora acusó al presidente ecuatoriano Rafael Correa de perseguir a informadores en ese país, el señor Lanza lo dio como un hecho.
Al terminar la sesión me dirigí al Señor Edison Lanza para solicitarle una tarjeta con su dirección electrónica, con el fin de hacerle llegar la información sobre lo que había planteado y su respuesta fue -a pesar de que el evento durará toda esta semana y que aún no había comenzado- “se me acabaron las tarjetas” y me dio de modo oral y apresuradamente una dirección de correo que no comprendí bien…
Hasta aquí los hechos y creo sobran los comentarios.
(Tomado de La Pupila Insomne)