De sus batallas, de sus ideales, de su gran sentido de humanidad, de su asombrosa memoria, de cómo su impronta marca a una u otro periodista, de su don de comunicador, de la atención especial a la prensa, de su valentía, de esa manera tan personal de convertir el revés en victoria, de su humor incluso en momentos de etiqueta, y de esa forma de llevarnos a la conspiración para explicar bien al pueblo y a los pueblos del mundo la obra de la Revolución, se fue construyendo el Fidel que vive y vivirá entre nosotros.
En la Casa de la Prensa Cubana, decenas de periodistas de diferentes medios de prensa, fotorreporteros, editores, directivos, jubilados del sector, se dieron cita aquí, tristes, conmovidos y a la vez, confiados, al responder con testimonios, anécdotas, historia viva, a la gran preocupación de muchos en los últimos tiempos: ¿qué va a pasar cuándo no esté Fidel? Pues, ya pasa lo que ha de pasar, un gran relanzamiento de todos al combate
Entre los presentes, estuvieron ocho colegas que ostentan el Premio Nacional de Periodismo José Martí: Antonio Moltó, presidente de la Upec; Marta Rojas, Irma Cáceres, Pedro Martínez Pírez, Hugo Rius, Perfecto Romero, Luis Sexto y José Alejandro Rodríguez, fundidos con la experiencia de decanos del periodismo revolucionario como Francisco Blanco (Blanquito), Angela Oramas, Elsa Blaquier, Lesmes la Rosa, Angelito Díaz, Luis Orlando Fernández, Jesús Antonio Scull, Xiomara Pupo y de Arleen Rodríguez Derivet, no de los más antiguos, pero con larga experiencia profesional y cercana a Fidel.
Ellas y ellos, y también el colega canadiense, solidario siempre, Arnold August, hablaron de dignidad y recontaron la historia. Marta Rojas evocaba la primera vez que vio a Fidel y su conocimiento al detalle de los pasos que dio tras el ataque al Moncada, para insistir en el concepto de que siempre ha sido el pueblo su protector, su escudo, el que impidió su muerte adelantada, y cómo con su partida física también hizo tal cual en el juicio histórico, cuando pasó de acusado a acusador, pues ahora regresa multiplicado en niños, jóvenes, campesinos, mujeres y hombres de este y de muchos pueblos del mundo.
Anécdotas y fragmentos de diálogos sostenidos de manera personal por algunos de los presentes con el Líder, ocuparon la mañana de este jueves, cuarto día de homenaje póstumo al Comandante en Jefe, mientras en una pantalla se sucedían incontables fotografías tomadas por reconocidos fotógrafos de la prensa cubana, cantando su hidalguía a manera de recuento biográfico y también de los honores que le brinda toda Cuba y el mundo.
El audiovisual de la pieza musical Cabalgando con Fidel, lírico homenaje del cantautor Raúl Torres a su memoria, abrió la mañana, concluida por Antonio Moltó al asegurar que estará en la plaza santiaguera en la postrer despedida, fundido con las personas que le aman en representación del gremio.
El presidente de la Upec mostró las portadas de dos nuevas publicaciones de la Editorial Pablo de la Torriente -otra manera de recordarle y traerlo al presente-: libros de historietas para niños, a los cuales uno de los oradores exhortó a trasmitirles los valores y la historia del Comandante en sus escuelas y barrios. Estos libros serán presentados y puestos a la venta el próximo día 8 en la Casa del ALBA Cultural.
Similares encuentros para conspirar con Fidel desde el corazón y la historia, se realizan o se desarrollarán en todas las Casas de la Prensa de la Upec en las cabeceras provinciales.