Ismael Francisco González o Ismaelito como es mejor conocido en nuestro sector, es uno de los fotorreporteros que han dejado una emotiva constancia gráfica del impacto del devastador huracán Matthew en varias zonas de la geografía de la oriental provincia de Guantánamo.
Instantáneas de varios colegas sobre este golpe de la naturaleza y de cómo los lugareños se levantan en medio de la solidaridad, se exponen en la muestra fotográfica Como antes y siempre; a mal tiempo, periodismo que se encuentra abierta en la Casa de la Prensa, sede de la Upec nacional, a propósito del reciente evento Cubafoto 2016.
En reciente entrega de Cubadebate, Ismaelito contó más allá de las fotos, que ya de por sí dicen mucho, con esta crónica en la que relató su encuentro con Manuel Pita, un habitante centenario que vivió para relatar sus impresiones del “maldito ciclón” y compartir una tacita de café con el fotorreportero.
Ni en otros cien años vuelvo a vivir algo semejante en Maisí
Caminando por lo poco que dejó Matthew en la Punta de Maisí, el colega Vicente me dice que cerca vive un anciano de casi 100 años, y de inmediato me acerqué a la vivienda que como todas llevaba el triste recuerdo del Huracán. Me sorprendió el buen estado físico y mental de Manuel Pita con su siglo de vida. Junto a su esposa nos dio un saludo de agradecimiento por el mero hecho de estar por allí en tal situación.
¿Pita, que recuerdas del ciclón? “No tengo palabras, hijo; mira a tu alrededor, esto no tiene forma de describirlo, ni viviendo 100 años más creo volveré a ver algo parecido”. Sus ojos se clavaron en mi lente, para luego llevarse las manos a la cara y disimular sus lágrimas. No solo perdió su casa. Ha desaparecido el lugar donde nació, creció y ha vivido tanto. “Maldito ciclón”, dice.
Entonces es cuando uno no espera que lo inviten a “un buchito de café”. Ahí perdí el pulso de la cámara. ¿Qué hace un fotógrafo cuando tiene delante del lente a personas que lo han perdido casi todo y comparten lo poco que tienen? “Venga, hijo”, me invita a su casa sin techo: “Tenemos lo más grande que es la vida. Gracias por llegar hasta aquí”.
Fuente: Cubadebate