El espacio Catalejo que convoca la Delegación Ramal de la Prensa Escrita, reunió en la Casa de la Prensa, en el Vedado capitalino, a fundadores de la revista Pionero con el actual colectivo de la publicación infantil, para festejar sus 55 años de creada.
La idea de la publicación fue de Fidel; nació como una emergencia de concebir una revista para niños ante la avalancha de comics norteamericanos que inundaban al país y su primer número salió el 25 de noviembre de 1961, recordó Olivia Miranda, primera directora de Pionero, quien más adelante comentó: “Fue una heroicidad hacerlo, no solo por el desconocimiento que teníamos, sino por la carencia de papel, tinta y de otros insumos”.
En el encuentro, que devino plataforma para hacer anécdotas sobre el periplo de la publicación infantil por estas cinco décadas y media, la actual directora, Lucia Sanz Araujo, presentó al colectivo de diseñadores, historietistas, redactores y correctores donde alabó la capacidad de ellos para sortear infinidad de contratiempos que se presentan hoy en día, y llegar de forma impresa y digital a los niños cubanos.
El Periodo Especial fue un momento difícil para el periodismo cubano, y Pionero, como otras publicaciones seriadas, desapareció por casi una década de los estanquillos. A su regreso, el 4 de abril de 1999, nuevos rostros se unieron a ella para hacerla realidad. Gladis Gómez, como directora artística, fue una de aquellas protagonistas.
“Cambiamos tecnológicamente, las formas de hacer, los lenguajes y conceptos que revolucionaron la revista. Resucitamos tras años de estar en silencio y así comenzó una nueva era para esta publicación”, refirió Gladis.
Entre los que trabajaron en estos diseños y concepciones de inicio de siglo, también estuvo la periodista Paquita Armas, quien hizo un llamado a revitalizar el comics cubano y de revistas como Pionero, Zunzún y otras, con personal capacitado para hacerle frente a las publicaciones que llegan hoy al país.
Como colofón del Catalejo, Antonio Moltó, Presidente de la Upec; Lucia Sanz Araujo y Javier Dueñas, director de la Casa Editora Abril; participaron en la cancelación de un sello conmemorativo por el aniversario 55 de la revista, el cual circula desde el 25 de noviembre de 2011, con un valor de 1.05 MN.
