Aunque anda de prisa, cargada de tareas y responsabilidades, aún sonríe al comentar que tiene mucho entusiasmo y pasión tras haber estado en una reunión de casi ocho horas con el Presidente Raúl Castro…”¡Qué aprendizaje!, ¡qué carga emotiva y revolucionaria! Estoy feliz por esa oportunidad que me ha dado ser ahora la Directora de la Editora Juventud Rebelde”.
Así empezó el diálogo con reporteros de Cubaperiodistas.cu, Yailín Orta Rivero, una profesional de 33 años, joven hermosa y de profundidad de pensamiento, que ha asumido el gran reto de dirigir el periódico de la juventud cubana -y muy del gusto popular sin límites de edad-, que este 21 de octubre arriba a su 51 cumpleaños.
Por aquello de que existen la cábala, las coincidencias y las premoniciones, comenta Yailín que fue designada para este puesto el primero de agosto, día de su cumpleaños 33, y presentada públicamente el 23 de ese mes, aniversario de la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas, ¿quieres mayor simbolismo?
Y como de aniversarios se trata, la celebración del onomástico de JR, sirvió de pretexto para hacerle a Yailín una sarta de preguntas pensadas y repensadas con anterioridad, que su prisa de “hay que hacer el periódico ya”, contestó en una síntesis muy apretada en el orden que quiso, pero con esclarecedoras respuestas.
¿Cómo influyen las nuevas maneras de la comunicación social en el producto comunicativo que elabora el colectivo de JR? ¿Qué hay del querer identificar la agenda pública con la del medio? ¿Condiciona tu visión profesional juvenil (con gran aval académico y conceptual) tu manera de dirigir, orientar al colectivo? ¿Son tus retos y aspiraciones también los de los periodistas y trabajadores del diario? ¿Estás consciente de la ascendencia de JR en los públicos cubanos de cualquier edad, del prestigio de que goza a partir de la labor de muchos que ya no están y de otros que aún palpitan en estas redacciones? ¿Qué implica aceptar ese legado y encumbrarlo? ¿Qué le hace falta al periódico para llegar más a los jóvenes? ¿Cuál es el sortilegio que lo hace atractivo? ¿Qué lo lastra? ¿Controversia entre la versión digital y la impresa?¿qué piensas del debate sobre el periodismo en los medios cubanos, sus vínculos con el Partido, la ética de nuestros profesionales, la obligación moral de informar a la población, de mejorar el sistema de gestión propia, las formas de pago, de la necesidad de contar con un modelo de prensa auténticamente nuestro?
Pareciera una avalancha, pero Yailín toma nota y empieza a hablar con la sabiduría del convencimiento de sus argumentos y razones:
Nueva página web en enero próximo
En este mundo contemporáneo tan globalizado, la revolución de las tecnologías ha contribuido al cambio de los discursos periodísticos y de los canales de comunicación, a partir de poner las tecnologías en función de la creación de contenidos en un medio de prensa, que es un espacio de creación de sentido, de reproducción cultural. Cuba no puede estar ajena a esas modificaciones, también por su lugar geográfico muy cerca del vecino del norte que es la meca de esos adelantos.
En realidad este es un gran desafío para nuestros medios de prensa, en virtud de la realidad económica de un país bloqueado, ahora mismo con la parte más oriental devastada por un huracán, sin que se rompan sus fibras sensibles. Dentro de este contexto, en la sinergia de ese mundo globalizado conviven los medios, Juventud Rebelde entre ellos, el periódico de la juventud cubana que es justo el sector que encuentra más atractivo en la novedad tecnológica, los avances, el desarrollo…
Repensar nuestras maneras de hacer y no solo en los modos, sino en las maneras de llegar con nuestro periodismo a los jóvenes, es más que una meta formal.
Tenemos una página web y un periódico impreso con 51 años de existencia y el reto es integrar más esas dos plataformas, acentuar el perfil juvenil, con una presentación atractiva, con recursos gráficos, ilustraciones, caricaturas, además de una riqueza conceptual más seductora. Contamos con la fuerza calificada y un alto sentido de pertenencia al diario.
Por ejemplo, JR tiene un equipo de atención a los lectores, que ya no sólo recibe criterios de lectores tradicionales que generalmente escriben mediante el correo postal. Ahora también se reciben mensajes por correo electrónico, de foristas en la web, comentarios en las redes sociales y hay que conocer de anhelos y búsquedas de esos auditorios para presentar las sugerencias y temáticas que dmandan y trabajar sobre ellas, porque defendemos la marca JR que está dentro del imaginario popular del cubano y de sus lectores dentro y fuera del país.
Universalizar los contenidos, desechar rutinas convencionales, apostar por llevar en tiempo real a la web los principales sucesos de Cuba y del mundo, y que luego vayan al impreso y no al revés. Para ello ahora contamos con un colectivo joven, atendido por la subdirección de desarrollo, que lo integran programadores de la UCI, de la Cujae, para actualizar diseño y hacer la página más amigable y funcional… En enero de 2017 seguramente presentaremos el nuevo sitio a lectores e internautas.
Todo esto es un proceso, que pretende también destacar lo más leído, lo que más gusta a los públicos, como criterios de valor al ponderar un material nuestro. Queremos generar una mudanza de las cosas convencionales, modificar sin que sea traumático ni dramático, tal cual la integración del equipo de Soy Cuba con la redacción digital, y repotenciar esa fuerza, hasta llegar a otros escaños, como el de la multimedialidad, ahora con JR-TV, un canal de videos en la página web, que tenga su propia salida audiovisual, y como somos una casa editora, no debemos tener estancos, es decir, todo es factible de integrarse, no importa si es de DDT o de Opciones, del diario impreso o de la web, todo merece potenciarse bajo el sello JR.
Recuerda que este periódico cuenta con un centro de documentación que es patrimonio de la nación cubana, y que no se relega como agua pasada sino que da pie a proyectos para dar origen a libros…”Los tiempos no se ajustan a la prisa que tenemos, por eso siempre debemos ajustar los sueños y los lograremos”.
El periódico impreso no va a desaparecer
Yo no soy de los apocalípticos que creen que el periódico impreso va a desaparecer ante tantas novedosas maneras de la comunicación. Eso ya pasó cuando la radio y la tv se sumaron al mundo mediático y también se anunció como premonición al surgir Internet. No es cierto. La historia está ahí y nos demuestra que un medio ha absorbido a otros ni ha anulado a otros.
Los lectores no van a renunciar al privilegio de sentarse donde les guste a leer la prensa impresa, porque cada cual tiene su manera particular de consumir el medio. “No, no va a desaparecer. Creemos mucho en estas ocho páginas. En ellas, en su historia, está la historia de la Revolución contada por nuestros periodistas y fotorreporteros con el concurso de diseñadores, directivos e impresores.
¿Dirigir JR? Es una etapa de mucho crecimiento, por eso cuando algunos colegas me ven y me preguntan: ¿te felicitamos o te damos el pésame?, les respondo, Felicítenme. Cada nuevo rol es para mi crecimiento individual y colectivo, aprender de la inteligencia de los que te rodean, buscar que esa inteligencia se renueve para no caer en la inercia y el cansancio. Es que el propio nombre del periódico es el mayor desafío que tenemos.
Una renace todos los días con un acto de creación, pues hacer el periódico diariamente lleva mucha pasión, mucho amor y compromiso con Cuba, los míos y los del colectivo. No hay que olvidar que los medios de comunicación exponen el alma y el espíritu del pueblo, y deben ser parte de la espiritualidad del cubano, como parte del servicio público a que nos debemos.
Todo lo que hacemos es en beneficio de nuestros ciudadanos, contar sus historias, sus avatares y empeños. Yo diría que es una gran grandeza, no hay mercenarismo ni posturas apóstatas, somos gentes de pueblo que sufrimos y nos alegramos con lo mismo que lo hace todo el pueblo.
Bajo mi dirección JR no es un proyecto individual, sino como siempre, una obra colectiva, no excluyente, no dirigido a los jóvenes solamente, sino a sus lectores habituales que según estudios rebasan los 40 años, y a los de mucho menos y a los de mucho más, a quienes tienen juventud acumulada.
Un dar y recibir
¿Cuánto hay de mí? Pues mucho, llevo diez años en JR y le he dedicado muchas horas de entrega en cada edición, con mi pasión, mis fuerzas y energía como pongo en toda obra, y aun sabiendo que no es personal, trato de contagiar al colectivo con mi fe y mis ganas de ser más eficaces, que lo que hagamos tenga valor y hacerlo con firmeza y contundencia.
Somos una familia periodística que trata de hacer de nuestra sede una plaza cultural, donde el arte, la música, la interacción con artistas e intelectuales y sobre todo, con cada momento de nuestra sociedad nos distinga. Así por ejemplo, el 27 de septiembre mientras trabajamos en la edición del otro día, esperamos aquí el aniversario de los CDR, y durante la amenaza y tránsito por el oriente cubano del huracán Matthew nos constituimos como un verdadero consejo de defensa…
Recibo un legado, y no sólo el ya histórico, y soy una muchacha de tres décadas, sentada en esta silla rodeada de profesionales, algunos de los cuales son premios nacionales de periodismo, personalidades reconocidas que nos invitan a no cejar en el empeño, una fuerza valiosa que nos prestigia al ser parte del proyecto.
¿Hacia dónde vamos? A acentuar nuestro perfil juvenil, a lograr una cultura multimedial dinámica, a entroncar la agenda mediática con la pública, a afianzar la estructura colectiva de dirección, a continuar haciendo alianzas con los docentes y estudiantes de la carrera, a lograr la reconversión tecnológica y la modernización de los medios, y, muy importante, a conservar la memoria histórica y enaltecer a nuestros ilustres colaboradores.
Vamos a crear una redacción integrada con todas las multiformas posibles de comunicación y un sistema de gestión diferente para que la carga económica no sea tan pesada para el Estado y a seguir luchando por mejorar el salario de nuestro gremio, una vieja lucha de la Upec; a seguir transformando nuestra realidad.
El enemigo nos busca las debilidades para restarnos fuerza porque sabe y le da valor al peso de las palabras, de ahí la intención de dividirnos y debilitarnos desligitimando el discurso de los jóvenes revolucionarios para hacer que los lectores emigren hacia otros espacios y dejarnos en desventaja, algo así como que el golpe blando de Obama no encuentre freno. Imposible eso, se los aseguro. Juventud Rebelde es prueba del presente y de la fe en el futuro.