La idea de dotar a la sede provincial de la Unión de Periodistas de Cuba en Granma de una edificación más funcional y moderna, ha contado aún en medio de conocidas limitaciones de recursos, con la perseverancia de sus afiliados y directivos a nivel provincial y nacional.
Todavía escuchando debates del IX Congreso de la organización y en medio del ajetreo lógico que se generaba en julio del 2013 en el Palacio de las Convenciones, de La Habana, acuerdos derivados de la política de ayuda interinstitucional hicieron que se pasara del entusiasmo a la realidad.
Para materializarla deben “reorganizarse presupuestos y asignaciones materiales para, en el transcurso de cinco años, dejar lista la Casa de la Prensa bayamesa, como la historia de su pueblo y el empuje de sus profesionales merecen”, a decir de Luis Curbelo Gil, Director económico-administrativo de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec).
Apenas habían transcurridos 30 días de las propuestas y aprobaciones esenciales, la delegación provincial de la Upec en Granma, en colaboración con el gobierno y organismos del territorio, comenzaba la sustitución del vetusto techo de una casona colonial de gran “arraigo en el pensamiento patriótico y sentimientos libertarios de Bayamo.
“Aquí nació Oscar de Céspedes, el hijo amado del prócer Carlos Manuel, quien al conocer que los españoles fusilarían al joven si el patriota no abandonaba la causa de la Revolución que inició en el ingenio Demajagua, afirmó con el corazón destrozado pero firme: Oscar no es mi único hijo, yo soy el Padre de todos los cubanos”, subrayó el historiador Ludín Fonseca.
En siete meses, la primera etapa constructiva de la sede del gremio de la prensa granmense ya estaba concluida: sólidos cimientos, estructura de hormigón en algunas áreas, repellos, pinturas y recambios eléctricos e hidráulicos hicieron que la Sala Aguilera, dedicada a la superación de los periodistas, fuera el primer objeto general de obra alistado.
“Decidimos que fuera ésta y no otra, porque para nosotros el intercambio académico, los talleres, la auto preparación profesional es de primer orden”, aseveró Daniel García Zayas, presidente de la Upec en Granma.
Para una segunda etapa, en tierras bayamesas ya estaban a principios de 2015 nuevas asignaciones fundamentales: áridos, acero, madera y cemento… y presupuesto.
Los experimentados constructores de la segunda villa fundada en Cuba, sin eliminar ningún rasgo arquitectónico fundamental de la emblemática casona (en su conjunto posee más de 50 metros lineales) desmontaron maderas vetustas, tejas francesas y falso techo.
Para septiembre del 2016, terminaban el mantenimiento integral de todas las oficinas y el área de elaboración, incluida la pintura de paredes interiores; para enfrentar la etapa 2017-2018, se reorganizó la labor restauradora y creativa.
El proceso inversionista de la Casa de la Prensa, de Granma, debe concluir en 2018, justo antes de la celebración del X Congreso de los periodistas cubanos. Para entonces, finalizarán los objetos de obra almacén, baños y patio. Además de acciones plásticas para embellecer el inmueble.
“Otras instituciones similares en el país, también reciben mantenimientos”, según confirmó en reunión de trabajo Antonio Moltó, presidente nacional de la Upec.
“En todas están concentrados esfuerzos de muchas personas, signadas por el común deseo de que los profesionales de la palabra, el sonido y la imagen disfruten de sus instituciones, ambientadas y con un atractivo clima de confraternidad”, subrayó el principal directivo de la Upec.
Sin dudas, contar con una sede más funcional y hermosa, es un paso extraordinario en la atención a los periodistas y el periodismo en la oriental provincia de Granma.