El vuelo de Cubana de Aviación salió retrasado en su horario de Buenos Aires con destino a La Habana, pero fue recuperando el tiempo durante el trayecto, tranquilo por cierto.
Al ingresar al espacio aéreo cubano, esa tranquilidad, luego de un desayuno con café que quitaba la modorra de los pasajeros que ya se encontraban finalizando el trayecto, se vio alterada.
Una sorpresa para todos fue cuando un grupo de personas se para y despliega un cartel entre los asientos y se pone a cantar el “feliz cumpleaños” en honor al Comandante en Jefe.
Un “Felices 90 Fidel” encabezaba el cartel, con la foto de mirada atenta de un Castro, que impone un gran respeto de solo verla, y otra de la URCA (Unión de Residentes Cubanos en la Argentina) de su primer encuentro nacional, efectuado hace apenas algo más de un mes en Buenos Aires.
Una decena de cubanos residentes en Argentina, acompañados de algunos miembros del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba, viajan para celebrar los 90 años de ese hombre que le movió el amperímetro a la historia del siglo XX y a los venideros encabezando una revolución que le mostró al mundo que con decisión, coraje, y fundamentalmente, organización popular, se puede construir una vida mejor y distinta a la del capitalismo y que no hay imperio que no pueda ser vencido.
De la sorpresa a la fiesta, se alteró el vuelo, vivas a Fidel y a Cuba, los pasajeros que se levantaban de sus asientos para sacar fotos con celulares y cámaras a quienes enarbolaban el cartel, pero también a sacarse fotos ellos mismos junto a la imagen del “Caballo” que emergía vivaz frente a todos los viajeros.
Fidel todo lo puede, fue uno de los comentarios, Fidel impone respeto aún desde una fotografía, fue otro, es que nadie, absolutamente nadie en el avión dejó de aplaudir ni se escucharon palabras de repudio, y eso que hay que reconocer, que quienes viajan en avión suelen ser los que mejor posicionados están, económica y socialmente hablando, en un país como Argentina, que en el último semestre se incrementó la indigencia, la desocupación, la inseguridad jurídica, la represión a las organizaciones populares, un día después que más de cien mil personas caminaron más de 38 kilómetros desde la basílica de San Cayetano hasta la histórica Plaza de Mayo reclamando Paz, Pan, Trabajo, Tierra y Techo.
Un pasajero de mediana edad le dice a su compañera de viaje: En Argentina necesitamos un Fidel.
Alberto Mas, corresponsal de Cubainformación en Buenos Aires.-