Un total de 18 periodistas de cinco países de América Latina y el Caribe fueron asesinados por ejercer su profesión durante el primer semestre de 2016, según los registros de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Ciap-Felap). Nueve asesinatos ocurrieron en México, cinco en Guatemala, uno en Brasil, en El Salvador y en Venezuela, más un periodista mexicano asesinado en Estados Unidos.
La vida de los 18 informadores fue segada por la amalgama criminal de poderes fácticos con el poder del Estado, léase policías locales hipercorruptas, políticos de municipios, estados y nivel federal, asociados con capos de todas las variantes del delito –desde narco tráfico a terrofagia y tráfico de humanos– , en una alianza reforzada por las jefaturas de las mafias empresariales rurales y urbanas.
Esto ocurre en un continente donde no existe ninguna guerra formal o irregular, no hay presencia de grupos tipo Estado Islámico (EI), creados por Estados Unidos y y la OTAN para desestabilizar al Oriente Medio y controlar su petróleo. Ocurre en un continente en apariencia gobernado tranquilamente por sus élites empresariales en colaboración con una clase política corrupta de características propias en casa país.
En América Latina pareciera que la vida transcurre plácida y normal, pero no es así: hay lucha de clases, tremendas injusticias y asesinatos a la luz del día del liderazgo que busca una vida mayor. Los periodistas no escapan a la lógica criminal de esta situación.
México (10):
• 26 de junio: Salvador Olmos García, de 31 años, locutor de la radio comunitaria Tu Un Ñuu Savi y reconocido activista en defensa de las comunidades mixtecas que luchan contra emprendimientos mineros y la preservación de los recursos naturales, fue asesinado por la policía municipal de Huajuapan de León, Oaxaca.
• 20 de junio: Zamira Esther Bautista, de 44 años, maestra que colaboraba como periodista independiente en medios locales como El Mercurio y La Verdad, fue asesinada por sicarios que le dispararon cuando se dirigía a su trabajo en Ciudad Victoria (Tamaulipas).
• 13 de junio: Jacinto Hernández Torres, de 57 años, colaborador por décadas de La Estrella, la edición en español del diario The Fort Worth Star-Telegram, apareció muerto a balazos en Garland, Texas, mientras escribía una serie de historias sobre migración ilegal y trata de personas, según su hija Aline Torres.
• 19 de junio: Elidio Ramos Zárate, de 44 años, reportero del periódico ‘El Sur’ Diario independiente del Istmo, fue asesinado mientras cubría enfrentamientos sociales acaecidos en Nochixtlán, Oaxaca.
• 14 de mayo: Manuel Torres González, de 45 años, animador de la página web informativa Noticias MT, ex colaborador del diario local Noreste y ex corresponsal de la TV Azteca, fue asesinado cerca de su domicilio en Poza Rica, Veracruz.
• 25 de abril: Francisco Pacheco Beltrán, de 55 años, fue asesinado a tiros cuando llegaba a su hogar en el turístico Taxco, estado Guerrero, informaron las organizaciones gremiales Fapermex, Club de la Prensa y Felap México.
• 20 de febrero: Moisés Dagdug Lutzow, de 65 años, dueño de la radiodifusora XHVX-FM, “La Grande de Tabasco”, 89.7 FM, y del canal cibernético www.canalTVX.com, fue asesinado en su domicilio en Villa Hermosa, estado de Tabasco.
• 8 de febrero: Anabel Flores Salazar, de 27 años, reportera de El Sol de Orizaba y El Buen Tono, secuestrada de madrugada en su hogar de Orizaba, Veracruz, apareció asesinada al día siguiente en el estado Puebla.
• 22 de enero: Reinel Martínez Cerqueda, de 43 años, periodista y locutor de diversos programas de la radio comunitaria El Manantial, fue asesinado en Santiago Laollaga, Oaxaca, un día después que su colega Marcos Hernández Bautista.
• 21 de enero: Marcos Hernández Bautista, de 38 años, corresponsal del diario Noticias Voz e Imagen de Oaxaca, colaborador de varias emisoras de radio y regidor de Cultura en el ayuntamiento de Santiago Jamiltepec, municipio de San Andrés Huaxpaltepec, región Costa de Oaxaca.
La Unesco declaró que México es el país con más periodistas asesinados en América Latina en 2016.
Guatemala (5):
• 25 de junio: Álvaro Alfredo Aceituno López, de 64 años, director de la emisora local Radio Ilusión, fue asesinado en la misma calle de la radio de Coatepeque, una pequeña ciudad del sureste de Guatemala, según sus colegas e información de prensa.
• 07 de junio: Víctor Hugo Valdés Cardona, médico y conductor de televisión de 65 años, director de Chiquimula de Visión (programa cultural que conducía por 30 años) fue asesinado por sicarios mientras realizaba sus ejercicios matutinos cerca de su vivienda.
• 30 de abril: Diego Salomón Esteban Gaspar, de 22, años, trabajador de la radio Sembrador, de Playa Grande, Ixcán, fue asesinado a balazos cuando transitaba en motocicleta. El joven maya Q’anjob’al dedicó su corta vida a la comunicación comunitaria, la radio y la locución.
• 08 de abril: Winston Leonardo Cano Túnchez, locutor de Radio La Jefa, fue asesinado a tiros en una tienda de abarrotes del departamento de Escuintla.
• 17 de marzo: Mario Roberto Salazar Barahona, de 32 años, periodista y director de la radio Estéreo Azúcar, fue asesinado por sicarios en Asunción Mita, departamento de Jutiapa, en la frontera con El Salvador.
– La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) condenó el 3 de julio amenazas de muerte a dos mujeres periodistas, Lucía Escobar e Idulvina Hernández. Asimismo, exigió impulsar un programa de protección a periodistas.
Brasil:
• 10 de marzo: João Valdecir de Borba, de 51 años, periodista y locutor de Radio Difusora 1490 AM, de São Jorge do Oeste, estado Paraná, Brasil, fue asesinado por dos sicarios que ingresaron a la estación mientras su programa salía al aire.
El Salvador:
• 10 de marzo: Nicolás Humberto García Celeste, de 23 años, periodista de la radio Expressa “Voces al aire”, de la comunidad de El Carrizal, fue asesinado por pandilleros de la Mara Salvatrucha tras negarse a hacerles propaganda radiofónica, en El Jícaro, Tacuba, departamento de Ahuachapán, 114 km al oeste de la capital San Salvador.
La Asociación de Periodistas de El Salvador exigió investigar y “no dejar impune” el asesinato. El periodista conducía un programa de prevención de la violencia que daba recomendaciones a la juventud. En 2014-2015 asesinaron a 4 periodistas en El Salvador.
Venezuela:
• 20 de enero: Ricardo Durán Trujillo, de 45 años, periodista de reconocida trayectoria profesional y política en Venezuela, jefe de prensa del gobierno del Distrito Capital, fue salvajemente asesinado frente a su domicilio en Caricuao, Caracas. El robo no fue el móvil del asesinato: “Fue un asesinato por encargo”, denunció Jorge Rodríguez, alcalde del distrito Libertador de Caracas y ex vicepresidente de la República.
Comentario:
En algunos de estos 5 países ni siquiera se percibe un “estado de derecho” real para los periodistas –y otros sectores de la sociedad–, sino más bien imperan la impunidad y la represión, también para los movimientos socialescomo el de los maestros de Oaxaca, según observadores políticos locales e internacionales. Los periodistas luchan por garantías reales para conservar la vida mientras ejercen su profesión. Por ejemplo, la Fiscalía de Delitos contra Periodistas de México señaló en mayo que en 2015 más enero-abril de 2016 se registraron 256 casos de amenazas, agresiones y coacciones contra comunicadores.
Lo peor es que los asesinatos de periodistas están siendo considerados normales, como si fueran “parte del paisaje”. Entre las escasas personalidades que protesta cada vez que hay un asesinato se encuentra la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) Irina Bokova, quien condena sistemáticamente estos asesinatos y une su voz a quienes reclaman investigación y justicia, voces que responden casi exclusivamente a los periodistas y sus organizaciones.
En Veracruz, México, el periodismo responsabiliza abiertamente al aparato del poder del Estado, incluso por omitir su protección a las 18 víctimas de asesinatos –comunicadores y trabajadores de prensa– ultimados en los seis años de administración del actual gobernador, Javier Duarte, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), actualmente en el poder nacional. Veracruz es hoy lejos el lugar más peligroso de todo México para el periodismo, según la ONG Artículo 19, la Unesco, Comisión Interamericana de DDHH y otros organismos internacionales. Oaxaca lo sigue muy de cerca.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), a través de un comunicado, sentenció: “México vive una de sus peores crisis en derechos humanos, de libertad de expresión y libertad de prensa.” Hay oídos sordos para las exigencias de investigar, identificar y sancionar a los autores intelectuales responsables de los asesinatos. La CDHDF llamó a retomar todas las Recomendaciones de la Relatoría de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y recordó que el asesinato de periodistas constituye la forma más extrema de censura.
En 2015 hubo 11 asesinatos en Brasil, según la Federación Nacional de Periodistas (FENAJ, por su sigla en portugués). En la última década hubo 42 asesinatos, según los archivos Ciap-Felap. La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el asesinato y exigió que Brasil cumpla un “Programa de Protección para Defensores de Derechos Humanos” de 2004 que en 2012 se extendió a periodistas y trabajadores de los medios de comunicación.
OTRAS NOTICIAS ABERRANTES DESDE OTRO ENCLAVE LETAL
“Ser periodista no te libra de ser asesinado si eres un hijo de puta” dijo el 5 de junio Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas desde el 10 de mayo, conocido por sus vínculos con escuadrones de la muerte que operan en algunas regiones del país.
Filipinas es el segundo país más letal del mundo para el periodismo, con 75 informadores muertos desde principios de los años 90. Desde hace más de una década muchos periodistas han optado por armarse, entrenarse en tiro y desde 2014 los reporteros tienen derecho legal a llevar armas, al igual que los contables, enfermeros, sacerdotes o ingenieros, profesiones consideradas “de riesgo” en Filipinas.
“Muchos de los asesinados, para ser francos, habían hecho algo”, afirmó Duterte, insinuando que habían cobrado sobornos o criticado a la gente equivocada. “No te matarían si no hubieses hecho nada malo”, aseguró el Presidente, añadiendo que la Constitución “ya no puede proteger” a aquellos periodistas que difaman a otros. “Eso no puede ser simplemente libertad de prensa”, sentenció.
Duterte aseguró que su gobierno pagará recompensas a las fuerzas de seguridad por narcotraficantes sacados de las calles, de la forma que sea: “No digo que les maten, pero las órdenes son ‘vivos o muertos’”. Una idea en línea con lo que vendió durante su campaña electoral. Cuando fue alcalde de Davao, en la conflictiva isla de Mindanao, se le vinculó a un escuadrón de la muerte responsable de un millar de ejecuciones extrajudiciales, el año pasado prometió que, de llegar a la Presidencia, esa cifra subiría “hasta las 50.000 personas”. “Mataré a todos los que hacen miserables las vidas de los filipinos”, garantizó.