Hasta lo más intrincado de las montañas en el holguinero municipio de Frank País llegó una comitiva de periodistas y fotorreporteros para compartir con pobladores del Plan Turquino.
El viaje tuvo lugar a escasas horas de celebrar el aniversario 29 del Programa Integral de Atención a las Regiones Montañosas, creado a propuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro.
Después de recorrer más de 120 kilómetros desde la capital provincial la Ciudad de los Parques hasta El Quemado, sus habitantes nos recibieron con la sencillez y el cariño sincero de los hombres y mujeres del campo.
El grupo musical Alma Guajira, cultor de un auténtico changüí fusionado con sucu-sucu y los niños de la comunidad ofrecieron la bienvenida a la visita con música, coreografías y una ingeniosa parodia del popular programa humorístico Vivir del Cuento.
La acostumbrada tranquilidad del asentamiento cuya historia recoge combates mambises y lucha contra bandidos, se convirtió en momento de jolgorio. El Quemado dispone de un consultorio del médico de la familia, una escuela primaria, y una bodega mixta.
Cuenta también con un consolidado para el arreglo de equipos electrodomésticos y con un gimnasio biosaludable donde profesores de educación física ponen a la pequeña población en contacto con el deporte para contribuir con su salud y mejorar así su calidad de vida.
Especial atención del equipo de reporteros mereció la joven Rosa Elena Javis González, a cargo de la Casa Biblioteca de la comunidad, alguien verdaderamente querida entre los vecinos pues con su labor contribuye a fomentar el amor por la lectura. Los mantiene informados, incluso dedica largos ratos a leerle la revista Serranía —suplemento del periódico ¡ahora!— o libros de historia a personas invidentes o con limitaciones físicas.
El camarógrafo Eddy de la Pera, los fotógrafos Elder Leyva y Lisandra Cardoso, y los colegas Roberto Ortiz, de Radio Angulo, Germán Veloz Placencia, corresponsal en la provincia del diario Granma, Yordanis Rodríguez Laurencio, de Tele Cristal, William Parrao, del grupo de comunicación de la Asamblea del Poder Popular en la provincia, Alexis Rojas, del ¡ahora!, y el autor de estas líneas, periodista de Radio Holguín, agradecimos la cálida acogida de los vecinos.
Nos montamos en un camión de montaña dispuestos a recorrer los 14 kilómetros subiendo y bajando empinadas lomas y cruzando los pasos de ríos que separan a El Quemado de El Culebro, asentamiento localizado en el corazón de la Sierra Cristal, comunidad que constituye la base desde donde se accede al Pico Cristal, la elevación más alta de la provincia, y entre las más empinadas de Cuba.
En medio del camino, la comitiva de prensa, acompañada por compañero José A. Agüero, funcionario del gobierno provincial que atiende el Plan Turquino, de delegados de circunscripciones y dirigentes campesinos, fue testigo de la alegría con que pioneros y maestros de la escuela 17 de Mayo, recibieron la nueva puerta de la entrada principal del centro, ubicado en el asentamiento El Manguito donde este 2 de junio aconteció el acto provincial por el aniversario 29 de la fundación del Plan Turquino.
Después de la corta pero emotiva parada en El Manguito seguimos camino deslumbrados por la belleza del paisaje, con exuberante vegetación que sirve de refugio a hermosas aves de nuestra fauna como cotorras y caos entre otras. En medio del trayecto una empinada y resbaladiza loma puso a prueba la pericia del chofer quien mereció el aplauso de los visitantes.
Al llegar a El Culebro, vimos un sitio donde verdaderamente se palpa la grandeza de la obra de la Revolución. En tan intrincado lugar nos encontramos una comunidad muy alegre que dispone en primer lugar de corriente eléctrica, una panadería, consultorio del médico de la familia y una farmacia.
Los habitantes de allí disfrutan además de una cafetería y se encuentra allí el Centro Interno Calixto Sánchez Wite donde el joven instructor de arte Ramón González Cutiño nos mostró lo que en poco tiempo y mucha entrega ha logrado con los niños de la escuelita centro que de lunes a viernes es el dulce hogar de 13 niñas y niños de alejados asentamientos.
Las principales fuentes de empleo de los lugareños radican en la despulpadora de café y cacao, así como en renglones agrícolas como la piña, fruta que en estos momentos está en plena cosecha. Para Miriam González Robles, una moense que hace 28 años decidió hacer su vida en El Culebro, es muy grato vivir junto a su esposo e hijo en tan apartado pero bello lugar.
En medio de su trabajo en la despulpadora de cacao, mientras secaba el fruto al sol, confesó que lo más difícil de vivir allí es la complejidad del transporte, “sin embargo esto se me olvida cuando me veo rodeada de tanta belleza natural, la pureza del aire que respiramos, ese aroma del café en la mañana mientras cientos de pájaros cantan, solo por eso es un privilegio vivir aquí”, destacó.
No faltaron los abrazos y las promesas acompañadas de inmensos deseos de regresar a la hora de irnos. Ya en el camión, con buena cuota de fango en los zapatos y sobre todo con el alma llena de satisfacción y bajo un torrencial aguacero Veloz Placencia dijo que ni en Angola se tuvo que enfrentar a elevaciones tan altas como las que atravesamos para llegar y regresar de El Culebro.
Eddy de la Pera recordó las montañas de Los Andes, y Yordanis Rodríguez rememoró momentos emocionantes de su presencia en África en la lucha cubana contra el ébola, donde estuvo como periodista. Para ellos como para el resto, el recorrido por intrincadas zonas de “Frank País”, fue sin dudas una de esas inolvidables experiencias que nos regala esta hermosa profesión que escogimos, el periodismo.
Por José Ramírez Pantoja / Cubaperiodistas