Un proceso de análisis que abarca a todos los colectivos de prensa en el país desarrolla la Upec en todo el país y al mismo tiempo se realizan las consultas a los afiliados para modificar el sistema electoral de la organización, los estatutos y el código de ética, aseguro su presidente Antonio Moltó, en la asamblea de balance anual de las delegaciones de base de la Upec, pertenecientes al Bloque Político, efectuada este miércoles 15 de junio, en la Casa de la Prensa.
Este bloque está constituido por los afiliados que laboran en la Oficina de Información y en la de Publicaciones del Comité Central del PCC; los de publicaciones del Consejo de Estado y por los de los sitios digitales Cubasí y Siempre con Cuba, del ICAP.
Esta es la asamblea número 18 que se realiza en el país, de un proceso que debe concluir el próximo 24 de junio, cuando se celebre la de La Habana, informó Juan Carlos Ramírez Heras, jefe del Departamento de Organización, de la Upec.
En el informe que leyó Bárbara Doval, Vicepresidenta de la Upec, entre otras temáticas se refirió al papel de la comunicación y el periodismo como herramientas indispensables para el logro de un socialismo próspero y sostenible, la superación profesional, la inserción de los jóvenes en las redacciones y la relación de la prensa con las fuentes.
Un consenso de los asistentes fue que los jóvenes son parte del periodismo cubano y hacen buen periodismo, pero muchos de ellos se sienten desmotivados, no se ven inmersos en las rutinas productivas de sus medios de prensa, principalmente “por la utilización de rutinas y métodos de hace más de 25 años”, aseguró Ileana González Giraldillo, de la revista Siempre con Cuba.
Oscar Figueredo, de Cubadebate, opinó que “no se puede esperar tanto tiempo para explicar una cosa, hay temas que debemos abordarlos, no podemos seguir subordinados a la decisión de alguien para hacerlo.
Los análisis de las problemáticas que afectan a los periodistas se sucedieron en el debate donde muchos opinaron que no siempre se le da la atención debida a los periodistas, en especial a los jóvenes, cuando llegan a las redacciones cargados de sueños, o los que salen al extranjero a cumplir una misión.
El secretismo es un mal que afecta a la prensa cubana desde hace varias décadas y aunque se ha declarado la guerra a este, aún se sigue manifestando, comentó la periodista Arleen Rodríguez Derivet, a lo que agregó que “el silencio es peor que el secretismo, el funcionario público tiene una obligación, la de informar a la sociedad”.
Enrique Villuendas, funcionario del Departamento Ideológico del Comité Central, al hacer las conclusiones de la cita abogó por seguir haciendo las cosas mejor, con creatividad, eliminando la autocensura, buscando vías para obtener la información y acercando las agendas mediáticas y las públicas.
