No siempre una ciudad es bautizada por dos genios de los medios audiovisuales, artistas inolvidables, muy humanos, promotores culturales y muy aportativos en sus contextos, al punto de la obligada referencia a sus vidas y obras como líderes en la comunicación, principalmente, radial y televisiva.
Esos dos grandes hitos signaron a la ciudad de Santiago de Cuba en los últimos cien años, la primera parte gracias al genio de Félix Benjamin Caignet Salomón, guionista, compositor, declamador, radialista apasionado por excelencia, promotor del formato contemporáneo de la radio y telenovelas, en fin, cuánto se pudiera decir del hijo prodigio de El Caney.
El segundo momento, el más reciente, fueron los años marcados por la impronta de otro hijo de Santiago de Cuba, el Máster en Comunicación Social, Profesor universitario, guionista, realizador, animador, maestro de ceremonias, editor, director de programas radiales, musicalizador, asesor e ingeniero en telecomunicaciones y especialista en proyectos comunicativos, dígase entonces de nuestro Ado Sanz Milá, a quien se le rinde hoy homenajes tras el medio siglo de su natalicio y el primer año de su deceso que conmovió a toda esta provincia sur oriental.
“Ado no tiene derecho a morir”, repitió en la querida emisora provincial CMKC, la locutora Leticia Rodríguez, quien compartió la conducción de la popular revista Santiago, de Teleturquino con Ado Sanz Milá durante muchos años y terminaron como hermanos.
Como Leticia evocaron a Ado Sanz no pocos amigos, compañeros y conocidos de la Radio y la televisión santiagueras, siempre con un recuerdo nuevo que conmovió más a los familiares del genuino comunicador, Maestro del Verso y de las frases elegantes, como siempre lo llamé “El rey de las Camisas”, en atención al cuidado de su imagen dentro y fuera de los estudios, incluso, en medio de una vida sobre motos, de CMKC a teleturquino, y luego, hacia algún que otro festival, concurso, festejo o ceremonia que aclamaban su elegante proyección profesional.
Tras una mañana de recuerdos, quedó institucionalizado el taller de realización Ado Sanz Milá In Memorian que premiará la excelencia anualmente, por el momento, aquí no fueron suficientes las lágrimas ante el primer aniversario de la muerte del afamado realizador de la CMKC, Radio Revolución.
Allí se acordó la primera peregrinación homenaje desde los predios de la Plaza de Marte hasta el cementerio Santa Efigenia donde reposan los restos del Príncipe de las Palabras, cuyo adiós levantó a toda una ciudad que cuidó del paso del féretro, tal como sucedió con Frank País, como muchos afirmaron, lo único que esta vez la muerte nos arrebató un cuerpo, pero no la voz del profesional del micrófono, del Príncipe de las Palabras.
Texto y archivo personal: MsC. Santiago Romero Chang