En el periodismo, la objetividad o la búsqueda de la objetividad debe ser una condición sine qua non; un propósito externo que permita contar los hechos como son y como ocurren, aunque el proceso de construcción de la noticia esté permeado de juicios subjetivos de aquellos intermediarios (profesionales de la comunicación) que los cuentan.
Como para acortar la brecha de inequidad entre hombres y mujeres es necesario un periodismo más activista, que refrende desde lo personal la posición de “intermediarios” de estos comunicadores y periodistas, la cátedra del Instituto Internacional de Periodismo José Martí afín a estos temas, de conjunto con la Oficina de la Unesco en la Isla, desarrolló el taller “La igualdad de género en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.
Concebido como preparación para la cobertura informativa del 8 de marzo, “Día Internacional de la Mujer”, este taller se incorpora a una estrategia de superación dinámica e intensiva, que garantice un empleo eficaz del tiempo y sistematicidad ante la evolución del conocimiento y la realidad social.
La capacitación estuvo a cargo de las especialistas Myrta Kaulard, representante del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba; Blanca Munster, economista e investigadora del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (Ciem); y la Doctora Norma Vasallo, presidenta de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana, y profesora de la Facultad de Psicología de esta casa de altos estudios.
Dotar a periodistas de la información y las herramientas para el abordaje adecuado de la dimensión de género en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; facilitar el intercambio con representantes de Naciones Unidas y expertos nacionales sobre los avances y desafíos en el ámbito de la igualdad de género, y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a nivel global, regional y nacional fueron los principales objetivos del taller.
La Agenda 2030 …, visualiza un mundo diferente para el siglo XXI, donde el alcance pleno de las potencialidades y derechos de las mujeres constituya una condición intrínseca del progreso, para lograr un planeta 50-50 y equidad de oportunidades entre ambos sexos.
En los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que plantea Naciones Unidas en la Agenda, las mujeres y las niñas están presentes con metas específicas o como participantes en la solución. Aunque de manera especial esté dedicado al empoderamiento de ellas el acápite número cinco, conocido como el Objetivo de género.
CUBA EN LA AGENDA
“El caso cubano tiene particularidades. Desde el mismo triunfo de la Revolución en el año 1959, se promovió lo que hoy conocemos como igualdad de género, aunque las tipologías no fueran las mismas que ahora, y los conceptos estaban aún en desarrollo”, comentó la Doctora Norma Vasallo durante el taller.
Se promulgaron leyes que favorecieron el acceso de la mujer al empleo y se han perfeccionado las regulaciones al respecto. Se legisló su derecho a acceder a cualquier puesto de trabajo y percibir por ello igual salario que el hombre. Igualmente se refrendó para las trabajadoras el derecho a una licencia de maternidad pre y post-natal 100% retribuida.
Pero, “la equidad de género es un tema más complejo, pues implica la deconstrucción de las diferencias socioculturales que se les han asignado a hombres y mujeres desde antes de su nacimiento”, compartió Vasallo. Algo que los profesionales de la prensa deben tratar de manera precisa.
Hay que ser cuidadosos o cuidadosas con el uso de las metáforas, de los símbolos que se validan desde la radio, la televisión, las páginas web o los periódicos y revistas, pues pueden tender a reproducir roles que privan a las mujeres de oportunidades y del pleno desarrollo de sus potencialidades.
En nuestro país se establece la igualdad de derechos y deberes de hombres y mujeres en lo relativo a la vida familiar y doméstica. Incluso, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, se encuentra adscripta, la Comisión Permanente de “Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer”. Pero todavía existen brechas de género.
Y es que el principio de igualdad no implica la desaparición de todas las discriminaciones, aunque el Estado cubano vele por ello. Debido en gran medida, a que la calidad de vida de cubanas y cubanos se ha elevado, pero aún las brechas entre ambos sexos no se han aproximado.
Una de estas grandes fisuras es que las mujeres son las responsables del trabajo doméstico. Los cambios ocurridos hacia el interior de la familia en cuanto a la redistribución de roles no se acercan a lo necesario; e influye en la preparación y superación profesional de ellas.
Es palpable el predominio femenino en las matrículas de las carreras de Educación Superior en Cuba, sobre todo en las Ciencias Sociales, aunque el alcance de mayores grados académicos no está en correspondencia con el de los hombres, en gran medida debido a que recae sobre las mujeres el cuidado de los hogares y de la familia.
Para Vasallo, algunos desafíos claves en aras de conciliar la realidad de la Isla con el Objetivo 5 de la Agenda … son combatir el uso sexista del cuerpo de las mujeres en la publicidad y los audiovisuales o videos clip; ahondar en medidas educativas dirigidas a la formación de los jóvenes; estimular el estudio de la violencia de género en otros espacios como laborales y escolares; y contar con una ley integral para la violencia de género que articule las funciones de los diferentes organismos, organizaciones e instituciones del país.
En cuanto a la prensa, los participantes en el taller coincidieron en la importancia de “subvertir la realidad en aras de invertir los roles tradicionales creados por la sociedad patriarcal”, y que desde el periodismo se deje de asumir la Objetividad como punto de partida que anula y restringe el desarrollo de los seres humanos.
