24 de Marzo de 2016, un día muy especial en Argentina, se cumplen 40 años del genocida golpe de estado cívico-militar que produjo 30.000 desaparecidos y más de 10.000 muertos en el marco de una América oprimida por el Imperio del Norte que imponía su política a sangre y fuego en todo el continente.
24 de Marzo de 1976, nos despertamos con los bandos militares, estado de sitio, racias en autos marca Ford sin patentes que se continuarían por años, se daba inicio a la negra noche de desapariciones y torturas que tenían un solo objetivo: instalar un programa económico que fuera funcional a los EE.UU de Norteamérica y derrotar todo signo de independencia y autodeterminación del pueblo.
Empresas multinacionales como Mercedes Benz, Ford, empresarios locales como Carlos Pedro Blaquier (Ingenio Ledesma), Marcos Levin (La Veloz del Norte), Vicente Massot (diario La Nueva Provincia), Ernestina Herrera de Noble, Hector Magnetto (grupo mediático Clarín), Patricio Peralta Ramos, Marcos Peralta Ramos, Hugo Fernando Peralta Ramos (diario La Razón), Bartolomé Luis Mitre(diario La Nación), entre otros, están siendo investigados o juzgados por su participación activa en delitos de lesa humanidad, mientras que muchos otros se vieron beneficiadas por las políticas implementadas por la dictadura.
Impulsores, cómplices y beneficiarios, unidos en un único objetivo: alinear Argentina con la Casa Blanca y entregar la economía a las corporaciones multinacionales. Premisas que han tomado vigencia nuevamente al triunfar electoralmente la derecha con Mauricio Macri como presidente, que se siente avalado y apoyado con la visita de Barack Obama y se muestra decidido a jugar el papel de punta de lanza del Imperio en América para volcar al Mercosur hacia la alianza del Pacífico y debilitar la Unasur, mientras contribuye impulsando medidas que acorralen a los gobiernos de Venezuela y Brasil. De ésta manera el patio trasero de los EE.UU volvería a la normalidad.
Pero la memoria reclama verdad y justicia y las mayorías populares no se entregan, hoy cientos de miles de personas se volcaron a las calles, reclamando Nunca Más, repudiando la provocación que significa que Obama camine por el Parque de La Memoria y eluda toda responsabilidad de su país en la promoción y apoyo de las dictaduras latinoamericanas y el plan Cóndor, la coordinadora represiva del Cono Sur que EE.UU impulso.
Dos militantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Cetep), fueron detenidos por la mañana, siendo liberados al poco tiempo, cuando intentaban entregar una carta de reclamo al Presidente Norteamericano, en una de las tantas muestras de rechazo a su visita en una fecha tan cara para el sentimiento popular argentino y oponiéndose a las intenciones gubernamentales de restaurar las “relaciones carnales” en la diplomacia con EE.UU.
Ajenos a las disputas de los dirigentes que no lograron consensuar una sola marcha, aunque en los hechos no hubiera discontinuidad en el paso por la histórica Plaza de Mayo, familias enteras, jóvenes y adultos, se volcaron masivamente a repudiar el golpe cívico militar del 76, las organizaciones políticas y sociales movilizaron desde muy temprano a sus seguidores.
Grupos culturales aportando acciones en vivo mientras se marchaba, como expresiones teatrales o pintadas de murales, muestras fotográficas, reclamos puntuales sobre la problemática de los despidos impulsados desde el gobierno o la libertad de la dirigente social Milagro Sala, considerada una presa política de éste gobierno, se apreciaba a lo largo de la Avenida de Mayo y las dos diagonales que convergen en la plaza, también las comunidades se hicieron presentes, la armenia, la española, la palestina, marcharon con sus banderas, el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba no podía estar ajeno, recordando a Crescencio Galañena y Jesus Cejas, dos funcionarios de la Embajada de Cuba en Argentina que fueron secuestrados, torturados y desaparecidos en Automotores Orletti, el centro clandestino de detención que oficiaba de sede del Plan Cóndor en Buenos Aires.
Nunca Más, un pueblo decidido a no olvidar para alcanzar la verdad y la justicia.
Por Alberto Mas / Cubainformación.tv
