El Ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, compañero Rodrigo Malmierca Díaz, ofreció una conferencia de prensa en Washington este martes, en la que reconoció como positivas y en la dirección correcta,aunque aún insuficientes, las medidas aprobadas por el presidente de Estados Unidos para modificar el bloqueo norteamericano contra Cuba.
A continuación, la declaración de prensa efectuada por el Ministro Malmierca.
Deseo reconocer a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, en especial a su presidente Tom Donohue y a los directivos que lo acompañan en la conducción de esta importante institución, el interés y los esfuerzos que realizan por contribuir al avance en el camino hacia la normalización de las relaciones bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos; y por acogernos en su sede para efectuar las actividades que ha desarrollado nuestra delegación en el día de hoy.
La decisión de los presidentes de Cuba y de los Estados Unidos de restablecer las relaciones diplomáticas bilaterales, anunciada el 17 de diciembre de 2014, marcó el inicio de un camino complejo y con numerosos desafíos.
El principal de ellos es el bloqueo económico, comercial y financiero, vigente durante más de 50 años; que constituye el mayor obstáculo para que los sectores de negocios de los dos países puedan construir vínculos en beneficio de nuestros pueblos.
En el día de mañana se efectuará la segunda ronda de intercambios entre funcionarios cubanos y autoridades de las agencias del gobierno de los Estados Unidos responsables de la implementación de las regulaciones que rigen las relaciones de carácter comercial, económico y financiero con Cuba. Esta reunión dará continuidad al diálogo iniciado en La Habana en octubre del pasado año.
Apreciamos la conducción por parte de la Secretaria de Comercio, Señora Penny Pritzker, de este ejercicio necesario para lograr la comprensión del alcance de las restricciones que aún se mantienen.
Ciertamente, el Presidente Barack Obama ha aprobado la emisión de varios paquetes de medidas que modifican algunos aspectos del bloqueo. Estas medidas constituyen pasos positivos y en la dirección correcta, pero aún resultan insuficientes, pues no resuelven temas de gran trascendencia cuya solución está al alcance de sus facultades ejecutivas. Por sólo mencionar algunos ejemplos, me referiré a:
a) La prohibición del uso del dólar estadounidense en las transacciones internacionales de Cuba. Esta es una de las restricciones que más negativamente inciden, tiene un impacto extraterritorial relevante, y su modificación emitiría una señal clara al sector de negocios, y en particular, a la banca.
b) La prohibición a las compañías estadounidenses de importar los principales bienes y servicios exportables cubanos (ron, tabaco, productos biotecnológicos, minerales, servicios médicos, entre otros); cuya eliminación resulta necesario para que se produzca un verdadero intercambio comercial en ambas direcciones.
c) La restricción a las empresas estadounidenses de invertir en Cuba.
En medio de las dificultades impuestas por el bloqueo, mi país avanza en la actualización del modelo económico que los cubanos hemos adoptado para preservar y extender el alcance de nuestras conquistas sociales y lograr el socialismo próspero y sostenible al que aspiramos.
Este proceso se ha desarrollado sobre la base de la decisión soberana del Gobierno cubano y con el respaldo de la gran mayoría de nuestra sociedad, cuyos criterios fueron tomados en cuenta en amplias consultas populares, que no dejan dudas de la legitimidad de las decisiones que se han adoptado.
Entre otros propósitos, el proceso de actualización del modelo incluye el fortalecimiento del sistema empresarial cubano, y la consolidación de la participación de diversas formas de gestión en la vida económica del país, incluidas actividades desarrolladas por el sector no estatal.
Además, aunque Cuba ha ampliado sus vínculos económicos con el resto del mundo y mantiene relaciones comerciales con más de 75 países; hemos definido como política que debemos continuar diversificando nuestros socios y estamos trabajando de manera permanente en ese sentido.
La nueva Ley de la Inversión Extranjera, emitida hace casi dos años, ofrece garantías e incentivos al capital foráneo que pretendemos sea una fuente de desarrollo económico y contribuya a alcanzar las metas de crecimiento económico que nos hemos propuesto.
Con este objetivo, hemos priorizado 12 sectores e identificado más de 300 proyectos que se encuentran listos para la participación de inversionistas extranjeros. La creación de la Zona Especial de Desarrollo Mariel introduce atractivos adicionales para invertir en Cuba.
Pensamos que el sector de negocios de los Estados Unidos debería poder ejercer el derecho de participar de esas oportunidades, de igual modo que lo hacen los empresarios del resto del mundo. No es Cuba quien los discrimina, sino las propias leyes estadounidenses.
La presencia de esta delegación cubana en Washington D.C. es una expresión de la voluntad política del Gobierno de Cuba de lograr avances sustanciales hacia la normalización de nuestras relaciones bilaterales.
Somos, además, portadores de un saludo amistoso al pueblo de los Estados Unidos, y en particular a su comunidad empresarial.
Durante esta visita, además de participar en el Segundo Diálogo Regulatorio y los contactos que hemos tenido en el día de hoy y sostendremos con varios representantes del sector empresarial, tenemos previsto reunirnos con autoridades del gobierno de los Estados Unidos, con el objetivo de continuar intercambiando sobre los pasos que debemos dar en este proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales.
Lamentablemente no pudimos cumplimentar la invitación que nos hizo el Gobernador del Estado de Virginia, Terry McAuliffe, como teníamos previsto debido a las condiciones climatológicas que prevalecieron en el día de ayer, pero estamos en contacto con él y esperamos tener un encuentro próximamente.
Estoy a su disposición para responder algunas preguntas.
Fuente: Cubadebate