La ñ, únicaconsonante de nuestro idioma en llevar una especie de corona o tilde,es la decimoquinta letra y la duodécima consonante del alfabeto español. Su nombre en español es femenino: la eñe y su plural, eñes. Representa un sonido consonante sonante, nasal y palatal, término este último que se refiere a la vocal o consonante que se articula acercando el dorso de la lengua al paladar duro. Se representa en el alfabeto fonético internacional (AFI) como /ɲ/.
No proviene del latín: surgió cuando en los monasterios medievales, alrededor del siglo xii, se dedicaban a copiar libros —aún no exitía la imprenta y se copiaban a mano—. Debido a la escasez de pergamino y para ahorrar espacio en las palabras que contenían la grafía -nn- (común en latín, por ejemplo, annus, año), los monjes comenzaron a escribir una sola n coronada por una signo de menor tamaño (~) llamado virgulilla —se usa también en portugués para representar la nasalización de las vocales: São Pablo—. Así surgió la ñ. De hecho, es una letra característica de nuestro idioma, pues nació de la necesidad de representar un sonido inexistente en latín. Después, en las imprentas, se continuó economizando para ahorrar esfuerzo en las tareas de copiado y colocación de caracteres —los tipos de imprenta eran realmente pesados.
Sin embargo, aunque símbolo de hispanidad, la ñ está presente en otros muchos alfabetos: asturiano, aymara, gallego, euskera, extremeño, chamorro, mapuche, filipino, quechua, guaraní, otomí, mixteco, papiamento, tagalo, tártaro de Crimea, y zapoteco, y su sonido aparece en la mayoría de lenguas nilo-saharianas, las aborígenes australianas y otras en todos los continentes. Como ves, varias de esas lenguas son originarias de nuestra América.
Debes saber que en 1991, comenzaron a fabricarse los teclados de las computadoras sin la ñ. Por supuesto, la Real Academia Española (RAE) lo consideró un grave atentado contra la lengua. Asumieron la defensa de la ñ dos relevantes latinoamericanos, el colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura 1982, y la poetisa argentina María Elena Walsh. Al respecto, la Walsh escribió en el diario La Nación, de Buenos Aires —el mismo para el que escribía nuestro Martí—: “¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta el apócope… Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño […] La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software […] Luchemos para no añadir más leña a la hoguera donde se debate nuestro discriminado signo […] La eñe es gente”.1
No obstante, la mayoría de los teclados continúa excluyendo la ñ aunque es símbolo del español, la segunda lengua más hablada del mundo.
Nota
1 María Elena Walsh: “La ñ también es gente”, en La ReVista de ReDeLetras, sitio web de la Federación Internacional de Scrabble en español, publicado en octubre del 2007. (Consultado 28 de julio del 2015)
Revista Pionero, nov, 2015