En el panel Proyectos para la apreciación y creación de la historieta en Cuba, durante la tarde de la segunda jornada del Coloquio de Historietistas Contar con Arte, presentado por especialistas dedicados al estudio del tema en La Habana y en otras provincias del país, y en el posterior debate, se socializaron opiniones referentes a la urgencia de incrementar la producción del género para los distintos públicos cubanos.
Abel Rodríguez, investigador de la Oficina del Historiador de La Habana, destacó la poca existencia de originales de historietas en el país.
Los especialistas concluyeron que solamente se conservan algunas publicaciones seriadas sobre el tema, y se acentuó la necesidad de digitalizarlas para su atesoramiento, por su influencia en la formación de los procesos culturales de la nación.
Dentro de las infinitas potencialidades que brinda la Web están las multimedias, y precisamente ellas pueden brindar formas viables para la investigación y el acceso a las fuentes históricas y ricas en detalles sobre el noveno arte – la historieta- en la mayor de las Antillas.
Entre las propuestas resultantes del debate se confirmó la necesidad de unir las voluntades de todas las instituciones relacionadas con este arte, para diversificar los canales de comunicación; crear una red colaborativa y propiciar el intercambio entre proyectos afines.
Igualmente, aprovechar las posibilidades de la Vitrina de Valonia y del Instituto Internacional de Periodismo José Martí como centros de referencia bibliográfica, de capacitación y de punto de encuentro de los profesionales relacionados con el género.
Entre otras recomendaciones: realizar concursos, talleres y exposiciones sistemáticas; y efectuar encuentros anuales para contribuir a la continuidad de las acciones de salvaguarda y desarrollo de la historieta cubana.
Asimismo, se socializaron proyectos como los de las provincias de Matanzas, Sancti Spíritus, Camagüey y el del maestro Cecilio Avilés, que aúnan las voluntades de los amantes de los cómics, y sirven para la difusión de todo lo que acontece en torno al tema en el país y en el mundo.
En el debate se defendió la necesidad preservar los valores y los íconos de la nación, y los participantes concordaron que defender la historieta cubana es defender a Cuba.
CONFLUENCIA DE VARIAS GENERACIONES DE HISTORIETISTAS
Con un taller de guión para cómic, impartido por el reconocido historietista belga Étienne Schréder, había comenzado la segunda jornada del Coloquio de Historietistas Contar con Arte, que se desarrolla en la Vitrina de Valonia del Centro Histórico de La Habana, con el auspicio de las editoriales Pablo de la Torriente, Gente Nueva y Abril.
Este sábado 6 de febrero cerrará las puertas este evento, ideado por el Círculo de Humoristas e Historietistas de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), y cuyo principal valor agregado, según los participantes, es la confraternización entre colegas de diferentes regiones del territorio nacional que defienden desde su impronta diaria al llamado noveno arte.
Por tanto, y en concordancia con la misión primigenia de la Vitrina de Valonia, promover la cultura belga y estrechar los lazos de hermandad y cooperación entre ese país europeo y Cuba, no es nada extraño que desde el otro lado del Atlántico arribe Schréder para compartir experiencias y conocimientos con los artistas que desde tierra cubana promueven el género historietístico.
Schréder, durante su taller, abogó por la importancia de utilizar en los futuros trabajos códigos autóctonos del universo cultural del público al que está dirigido la historia, en aras de poder comunicar efectivamente a través de la visualidad.
También, insistió en la necesidad de construir personajes sólidos y creíbles, que se ganen la empatía de los potenciales lectores; la necesidad de mantener el ritmo dentro de la realidad construida en la historieta para facilitar su apreciación: “si lo comparamos con la gramática, una frase es un cuadro, un párrafo sería una tira, y un pequeño capítulo entonces es una página”, manifestó.
Igualmente, el artista belga compartió con los presentes la particular técnica que aplica a la hora de crear sus obras. “Siempre comienzo por el final, dibujo en primer lugar el último cuadro, luego el primero, y ya después va naciendo la historia en el transcurso de las viñetas y cuadros para llegar a ese final ya conocido”, explicó.
Étienne Schréder nació en 1950 en Bruselas (Bélgica), y cursó estudios sobre Derecho y Criminología. A los 40 años logra publicar en la conocida revista de comic franco-belga A Suivre. Mas adelante, los álbumes se suceden, manteniendo como leit motiv la búsqueda de la identidad, a partir de la autodestrucción.
Al final de la jornada, el destacado artista inauguró por primera vez en Cuba una muestra de originales suyos; A la inauguración asistió el embajador del Reino de Bélgica en Cuba, Excelentísimo Señor Patrick Van Gheel.