Si usted cree que determinar un Premio Nacional de Periodismo José Martí, Por la obra de la vida, o uno Juan Gualberto Gómez, Por la obra del año, es tarea fácil, acérquese a Juana Carrasco, presidenta del tribunal que por estos días sesiona en la Casa de la Prensa y sabrá algo sobre este proceso.
Juanita, quien también ostenta el Premio Nacional de Periodismo José Martí, es una figura conocida y querida de nuestra prensa, mujer de verbo amplio, interlocutora por excelencia, aunque me dijo que no hablaría mucho, se traicionó a sí misma, como nos pasa a todos los periodistas, cuando de hablar se trata.
En unos minutos logré llenar varias cuartillas para plasmar cómo se define a los ganadores de estos premios periodísticos. “Es necesario darles mayor difusión a nuestros premios, que en ocasiones son obviados”, afirmó y señaló hacia un sitial de la Casa de la Prensa donde cuelgan a toda pared las fotos de todos los laureados con el Premio José Martí por la obra de la vida, que como su nombre indica, reconoce lo que ha hecho una persona en su trayectoria profesional completa”.
Junto a Juanita, desde este lunes primero de febrero, quince profesionales de la prensa se reúnen para deliberar a quién se le otorga el mayor galardón del periodismo cubano. El premio José Martí no se otorga por vejez, ni por tiempo en el ejercicio de la profesión, si no por poseer una obra de excelencia, que sea un paradigma de la profesión, acompañado de una actitud ética extraordinaria.
El jurado lo integran prestigiosos profesionales, mucho de ellos poseen el premio José Martí o el Juan Gualberto Gómez, por más de una ocasión. Algo muy importante, según Carrasco, es que estos jurados “fueron elegidos y votados por la membresía de la Upec, en el IX Congreso de la organización, propuestos desde la base y cuentan con el aval y el respeto de sus compañeros”.
El presidente del tribunal no emite criterios, ni vota, al no ser que falte algún miembro del resto del jurado, y cuando se determina al ganador del José Martí, el tribunal se subdivide en cinco comisiones, de tres miembros cada una, para otorgar el premio Juan Gualberto Gómez, Por la obra del año, en las especialidades de Radio, Televisión, Prensa Escrita, Digital y Gráfica.
Para definir el Premio Nacional de Periodismo se hace un estudio detallado de cada expediente, “en igualdad de condiciones, no importa que el candidato provenga de un medio de prensa nacional o de una corresponsalía municipal, se leen todos los casos y se estudian con mucha ética”.
Terminado ese primer estudio, este año son 27 las propuestas llegadas desde la base, se realiza una votación individual y secreta donde cada miembro del jurado conforma una lista de diez candidatos, en orden descendente, según su criterio.
Esos diez primeros, que pueden llegar a ser más, según la opinión de los integrantes del jurado, son llevados a un análisis y reflexión, donde se exponen criterios y se determinan los que mayores posibilidades tienen. Entonces se realiza una segunda votación para dejar solo a cinco candidatos.
“Es cuando vamos a debatir al duro, ir a los detalles más exigentes, asegura Juana, pues sucede a menudo que las propuestas son muy buenas y aunque puede que merezcan el Premio desde hace tiempo, solo se puede conferir uno, según estipula el Reglamento.”.
“Cuando terminamos debatir esas cinco propuestas, se realiza la última votación, que también es secreta, para definir al ganador del Premio Nacional de Periodismo José Martí, Por la obra de la vida”.
Los premios Juan Gualberto Gómez, que reconoce la obra del año, los deciden en un primer momento los mini jurados conformados por tres compañeros en representación de cada medio, pero sus propuestas son traídas al jurado completo y colegiadas en este y solo entonces se deciden los ganadores.
Con respecto a este premio existe la salvedad de otorgar, aunque sea, una mención, “eso por lo menos alivia al jurado, pero haber sido nominado a cualquiera de los premios es un reconocimiento para un profesional de la prensa”.
Para Juana Carrasco, con varios años al frente de esta tarea, ser presidenta del jurado “es un dolor de cabeza”, pero a la vez “un honor, una honra, un orgullo, es reconocimiento a uno, doblemente; un sentir si lo hemos hecho bien, coordinar un trabajo, dar criterios justos en el papel que nos ha tocado. Creo que sí lo hemos hecho bien, les digo a mis compañeros de jurado que no les quepa duda porque hemos trabajado con profesionalidad y justeza”.
El próximo viernes se conocerán los ganadores de ambos premios, correspondientes al presente año.