Como es de sobra conocido, nuestros “Informes sobre los Asesinatos y Desapariciones Forzadas” perpetrados por el los enemigos de las libertades de Prensa y Expresión, los damos a conocer al término del periodo anualizado, puesto que no es de nuestro interés ganar la noticia sino, por el contrario, dar cuenta exacta y oportuna del fenómeno social que México sigue padeciendo.
Según nuestro registro puntual, fueron 14 los homicidios durante 2015: 14 periodistas, 3 amigos de un informador y una empleada doméstica que tuvieron la desgracia de estar en el lugar donde se perpetró el multihomicidio, y dos desapariciones forzadas.
Veracruz fue la entidad donde ocurrieron más homicidios de periodistas, en total 4, seguido de Oaxaca con 3, y en Tabasco, Guanajuato y Distrito Federal 1 por entidad, aunque es de aclararse que en la capital de la República fue el escenario del múltiple homicidio, por lo tanto contabiliza 5 víctimas mortales.
Por lo que respecta a las desapariciones forzadas de comunicadores, las víctimas son: Bernardo Javier Cano Torres de la sufrida ciudad de Iguala, Guerrero; y Claudia Rosas Terán, de la no menos lastimada Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ante estos lamentables acontecimientos, como lo hemos manifestado siempre: no nos cansaremos de insistir en nuestra posición de que por la misma impunidad que prevalece en México, por omisión o complicidad de algunas autoridades, además de que permanece pendiente la federalización de los delitos contra la Libertad de Prensa y Expresión para asegurar el Derecho a la Información, no cesan los atentados contra esas libertades primarias.
El Gremio Organizado: Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX; Club Primera Plana, y Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-México, reitera su demanda a las más altas autoridades del país para que terminen con esta vergonzosa impunidad en cuanto a los atentados a los informadores, y cumplan con las medidas cautelares para protegerlos, como lo ordenan las leyes correspondientes, y desde luego, deja constancia que en los últimos 4 meses no hemos tenido que lamentar víctimas de esas magnitudes.
Redoblamos nuestro reclamo de justicia y de que se implementen los mecanismos de protección a los periodistas, trabajadores de prensa, de sus familiares y amigos que también han sido victimados en hechos, inclusive directos, para amedrentar a los comunicadores. ¡YA BASTA! Es nuestro grito permanente.
NOMBRES Y FECHAS DE LOS PERIODISTAS Y DEMÁS VÍCTIMAS MORTALES EN EL 2015:
2 de enero de 2015, José Moisés Sánchez Cerezo, editor del diario La Unión de Medellín de Bravo, Veracruz, se convirtió en el primer periodista asesinado en el 2015. Mediante una confabulación ordenada, según declaraciones de los propios esbirros, por el presidente municipal panista de la localidad, Omar Cruz Reyes. Un comando fuertemente armado lo secuestro con lujo de violencia en su propio domicilio y su cuerpo fue localizado en bolsas negras en el vecino municipio de Manlio Fabio Altamirano. Los familiares y amigos del reportero y activista social, señalaron al mencionado edil de haberlo amenazado porque le incomodaban las informaciones que publicaba en varios medios relacionados con actos de corrupción y la grave situación tolerada de inseguridad en la localidad. La Procuraduría de Justicia del Estado, arraigó desde el inicio a dos policías que junto con su jefe directo, Martín López Meneses, subdirector de la Policía Municipal, el chofer y escolta personal del Presidente municipal y 4 sujetos más son señalados como los autores del secuestro y posterior homicidio del colega, así mismo solicitó y obtuvo del Congreso local el desafuero del edil blanquiazul, sin embargo a la fecha continúa prófugo Omar Cruz Reyes.
14 de abril de 2015, Abel Manuel Bautista Raymundo, propietario y director de la estación radiofónica “Transmitiendo Sentimientos, La Voz de Juxtlahuaca” de Santiago Juxtlahuaca, región de la Mixteca de Oaxaca, y corresponsal del diario “El Buen Tono” de la capital del Estado, según las investigaciones de la Procuraduría de la entidad, aproximadamente a las 16:00 horas, frente al número 23 de la avenida El Nacimiento de la colonia Santa Fe de la unidad habitacional Constancia, perteneciente al municipio de San José Cosolapa, fue ejecutado el reportero. El cuerpo del comunicador presentó un impacto de arma de fuego -calibre 9 milímetros- en el pecho del lado izquierdo y dos más en la mano izquierda. Abel Manuel había salido de su estación, y se trasladaba a bordo de su automóvil, cuando fue interceptado por otra unidad, desde donde varios sujetos le dispararon a mansalva para luego darse a la fuga.
4 de mayo de 2015, Armando Saldaña Morales, reportero en la radiodifusora “La Ke Buena 100.9 F.M.” de Tierra Blanca, Veracruz y conductor del programa noticioso “La Grilla Punto y Debate”. Según los indicios recabados por las autoridades locales, el colega radiofónico fue ejecutado con armas de fuego por esbirros, después de torturarlo, hechos ocurridos en los límites con el municipio Tezonopa, donde se localiza su domicilio. Los autores materiales del homicidio abandonaron el cuerpo en un paraje de la Región de Cuenca, precisamente en la localidad de Morelos, Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca, zona limítrofe entre ambos estados.
18 de junio de 2015, Ismael Díaz López, reportero del diario Tabasco Hoy, fue ultimado con arma blanca en el municipio de Teapa, Tabasco. La Fiscalía General de Estado informó que el periodista fue atacado a las puertas de su domicilio ubicado en la calle 18 de marzo, colonia Revolución. El periódico Tabasco Hoy reveló que su reportero “tenía problemas personales con su ex esposa Juana Pérez Ordoñez, quien hace días lo había amenazado y advertido que no se acercara a sus hijas gemelas” quienes cumplieron 15 años en el mismo mes en que fue asesinado su padre, situación que no se ha podido confirmar.
25 de junio de 2015,Gerardo Nieto Álvarez, director del Semanario El Tábano de Guanajuato, se convirtió en el primer periodista asesinado en el estado de Guanajuato. La Fiscalía General local informó que un grupo armado entró a su domicilio ubicado en el fraccionamiento Pradera Dorada, de donde lo sustrajeron con lujo de violencia, luego lo llevaron a su oficina, en el municipio de Comonfort, donde le quitaron la vida, degollándolo. Como se ha hecho costumbre, el procurador de justicia encargado de la investigación descartó de inmediato que el crimen estuviera relacionado con su profesión, lo que rechazaron colegas cercanos al periodista: “porque de que lo mataron por ser reportero, de eso sí estamos convencidos”, declararon.
1 de julio de 2015, Juan Mendoza Delgado (o Alvarado), del sitio web de noticias “Escribiendo la verdad” de la ciudad de Medellín de Bravo, Veracruz, a quien teníamos registrado como desaparecido, fue localizado su cadáver en una morgue del estado de Veracruz; supuestamente un automóvil lo arrolló, sin embargo según las fotografías forenses su cuerpo estaba amordazado. Su muerte ocurrió días después de que el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, hiciera duras críticas, acusaciones y advertencias a los periodistas. Acusó a los periodistas de tener vínculos con el crimen organizado, los amenazó y les dijo que “se porten bien”. La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas condenó el homicidio del periodista y exigió el esclarecimiento del caso.
2 de julio de 2015, Filadelfo Sánchez Sarmiento, conductor del noticiero de la estación “La Favorita 103.3 FM” de la ciudad de Miahuatlán, Oaxaca, “fue interceptado y atacado a tiros por dos personas que lo privaron de la vida”. El 6 de junio, en pleno periodo electoral, el periodista denunció en su cuenta de facebook que había recibido amenazas: “Otra vez las amenazas de muerte hacia mi persona y de quemar la radiodifusora este domingo 7 de junio”. Por otra parte, los allegados de Sánchez Sarmiento señalaron que él y uno de sus colegas ya habían recibido varias amenazas de muerte en septiembre de 2014, proferidas por gente cercana al alcalde de Miahuatlán, pero que no se había abierto ninguna investigación por ello. El gobernador de Oaxaca informó en un comunicado de prensa que había pedido al procurador “disponer de las herramientas humanas y legales indispensables, para “realizar” una investigación diligente. Los estados de Veracruz y Oaxaca, ambos al sur de México, son de los más peligrosos en ese país para ejercer el periodismo.
9 de julio de 2015. Edgar Hernández García, director del periódico digital “foro político” de Oaxaca, fue acribillado en plena vía pública. Hernández García, de 36 años de edad, según la Procuraduría General de Justicia del Estado, mediante un comunicado de prensa, remarca que el colega “se encontraba en un bar del centro de Huatulco, de ese sitio salió cuando fue alcanzado por la o las personas que lo atacaron con disparos de arma de fuego. Como se puede apreciar, la autoridad ministerial recurre al craso error de querer estigmatizar a la víctima sólo porque había asistido a un “antro”, sin embargo existe constancia por escrito de que Edgar Hernández García había denunciado amenazas con anterioridad. En enero de 2014, en conferencia de prensa, ya había denunciado una agresión y señalado como presunto responsable al ex presidente municipal de Huatulco, Lorenzo Lavariega, al considerarlo responsable de que un vehículo lo hubiera sacado de la carretera y lanzado a un barranco cuando conducía su camioneta.
1 de agosto. Rubén Espinosa, fotoreportero de la revista Proceso y de otros medios, fue una de las víctimas del multihomicidio ocurrido en la ciudad de México con conectividad con el estado de Veracruz. En un departamento de la Delegación Benito Juárez, fue hallado el cuerpo de Espinosa, de la activista social, Nadia Vera, de la Colombiana Mile Virginia Martín, la maquillista Yesenia Quiroz, y la empleada doméstica, Alejandra Olivia Negrete Avilés.
Rubén había sido reportado como desaparecido, en realidad el colega había buscado refugio en el Distrito Federal ante el acoso y amenazas en Veracruz, fue autoexilio frustrado. Los cuerpos de las víctimas fueron hallados maniatados, con heridas de arma de fuego y signos inequívocos de tortura, además de que presentaban todos los tiros de gracia. Según reportes periodísticos, una quinta mujer, quien también ocupaba el departamento, al arribar al inmueble encontró los cinco cadáveres. Tres de las mujeres habitaban en el lugar, y una cuarta corresponde al apoyo doméstico. La hermana de Rubén Espinosa reconoció el cadáver en el Servicio Médico Forense. La revista Proceso, en dónde colaboraba el reportero asesinado, detalla que su cuerpo presentaba un “golpe en la cara y dos impactos de bala”. El semanario mismo aclara que “Artículo 19”, organización internacional que protege los derechos de los periodistas, alertó que el también colaborador de la agencia AVC en Veracruz y de Cuartoscuro, y se encontraba desaparecido”.
13 de agosto de 2015. Juan Heriberto Santos Cabrera, corresponsal de Televisa en Orizaba. Según versión oficial fue asesinado por un comando que irrumpió en un bar, acción en la cual también fueron acribillados José Márquez Balderas, señalado como un jefe “zeta”, y cuatro personas más. En el atentado resultaron ilesos dos reporteros del diario El Buen Tono, mismos que fueron despedidos, según informó el rotativo, por sus supuestos nexos con el crimen organizado.
En 2015 14 homicidio: 10 periodistas, 4 amigos de comunicadores y una empleada doméstica.
PERIODISTAS VÍCTIMAS DE DESAPARICIÓN FORZADA PENDIENTES DE ACLARACIÓN:
7 de mayo de 2015. Bernardo Javier Cano Torres, conductor del programa “Hora Cero” de ABC Radio 93.9 FM de Iguala, Guerrero, fue secuestrado junto con otras personas. Según testimonios, Cano Torres desapareció en la carretera Teloloapan-Iguala cuando regresaba a su casa. Las autoridades del estado de Guerrero confirmaron que el periodista fue secuestrado la noche de ese jueves, en plena efervescencia electoral.
28 de junio de 2015. Claudia Robles Terán, reportera de la revista Ser Empresario, especializada en temas económicos y sociales, de Ciudad Juárez, Chihuahua, fue interceptada por varios sujetos a las puertas de su domicilio; según la fiscalía estatal se localizaron las credenciales que la acreditan como tal en el automóvil de su propiedad que fue localizado, sin embargo los propietarios del medio se apresuraron a informar que “ocasionalmente trabajaba como reportera” y más bien era una agente de ventas, esto a pesar de que era ampliamente conocida en el medio. A nadie escapa que algunos medios convierten a los periodistas en agentes de ventas, todas estas argucias en nada disminuyen la gravedad de la desaparición forzada de la reportera.