La realización del XVII Salón Nacional del Humor Gráfico y Caricatura La Picúa, en Cienfuegos, supone fecundo espaldarazo al fomento del género, en tanto además de su segmento competitivo encauza un apartado teórico y una pintada, abierta e inclusiva, para todos los amantes del género.
Auspiciado por la UPEC y el periódico provincial 5 de Septiembre, este Salón lleva su nombre del trimestrario de humor gráfico del mismo nombre, que publica el referido medio y cuyo editor fuese el fallecido Douglas Nelson, a quien homenajeara el evento finalizado este jueves en Cienfuegos.
Fueron entregados cuatro premios: “Por la excelencia técnica y la acertada sutileza de sus chistes”, al conjunto de obra de Daniel Acebo; ”por la impresionante relación lograda entre dibujo y concepto”, a la obra de Ramiro Zardoyas; “por la agudeza temática y formal”, al conjunto de dibujos de Ramsés Morales y “por el buen gusto e ingeniosidad en el reflejo de la actualidad cubana e internacional”, a los trabajos de Osvaldo Gutiérrez.
La escuela cubana del humor gráfico, madre de extraordinarios cultores de antaño y hogaño, tuvo exponentes de fuste, impugnadores de las políticas de exclusión y abuso de las tiranías de Gerardo Machado y Fulgencio Batista, que enlutaron de sangre, crimen y pillaje este país, para decirlo mediante las sabias palabras del maestro de periodistas, Enrique de la Osa.
En su variante política, puede convertirse en poderosa arma ideológica, y eso también lo atestiguan los materiales de Ares, Martirena y otros prestigiosos creadores de la actualidad.
Fuente: Julio Martínez Molina – Granma
