El costo de la libertad de expresión fue el tema del IV Concurso Internacional del Cartón, de Sinaloa, México, al que han enviado sus caricaturas 400 artistas de 64 países, y que ha ganado el cubano Arístides Hernández (Ares) con un dibujo metafórico, donde un terrorista del Estado Islámico corta a un lápiz su punta y brota la sangre.
El segundo lugar ha correspondido al iraní Mahmood Azadnia, y el tercero, a Liviu Stanila, de Rumanía. También recibieron menciones de honor Turcios, de España; Xavier Bonilla, de Ecuador; Andrea Pecchia, de Italia, y Galym Boranbayev, de Kazajistán.
Sergio Navarro, organizador del evento, expresaba en la convocatoria del certamen: Hablar, opinar, manifestarse públicamente, expresarse a través de los más esenciales medios de la comunicación social, son derechos que día tras día se ven amenazados por fuerzas afines a intereses meramente político-económicos: una intolerancia enfermiza crece impune en innumerables partes del mundo.
Comunicadores, periodistas, disidentes políticos, activistas de derechos humanos, madres de desaparecidos, intelectuales, caricaturistas, son brutalmente reprimidos, viven amenazados, obligados al exilio, muchos purgan condenas fabricadas y otros han sido asesinados o desaparecidos.
Muchos países añade- no están exentos de aplicar la represión física como el método preferido para aplacar protestas e inquietudes: todo lo que no les guste, lo que afecte sus intereses parece estar fuera del estado de derecho y cada sistema se ampara en dicho argumento buscando perpetuar, anquilosar la figura de la intolerancia y del poder a toda costa. Una vez más el humor gráfico cumple el objetivo de defender su espacio de libre expresión.
Tomado de Dedeté