Un diccionario es una herramienta utilísima para todos, en especial para ti, estudiante de cualquier enseñanza; en él podrás hallar un eficaz colaborador para tus tareas. Sin embargo, debes saber que no todos los diccionarios son iguales, porque no contienen la misma información.
El diccionario académico —Diccionario de la Real Academia Española (Drae)— es un diccionario normativo, lo cual quiere decir que establece normas de uso del idioma; pero existen otros tipos y, en particular, los llamados diccionarios de uso, que describen el español común actual. Entre los más conocidos está, por ejemplo, el María Moliner, de prestigio internacional; pero también hay dos cubanos: el Breve diccionario de la lengua española, creado por especialistas del Instituto de Literatura y Lingüística y el Diccionario básico escolar, del Centro de Lingüística Aplicada, de Santiago de Cuba.
Ambos textos resultan muy útiles y reflejan la variante cubana del español; pero el santiaguero tiene la virtud de ser una obra en continuo perfeccionamiento, que ya va por su cuarta edición, presentada durante la Feria del Libro 2015 y publicada por la Editorial Oriente. Fue elaborado por un equipo de especialistas, bajo la dirección de Eloína Miyares Bermúdez y Vitelio Ruiz Hernández, destacados pedagogos santiagueros, Héroes del Trabajo de la República de Cuba, quienes cuentan con múltiples reconocimientos por su labor.
Esta cuarta edición el contiene 1 500 nuevas entradas —con lo que alcanza 11 719 entradas y 21 180 acepciones—, cien modelos verbales (en lugar de los 83 de la tercera edición) y una revisión detallada de la obra. Ha sido actualizado en varios aspectos de su microestructura (definiciones, ejemplos, notas de uso, etc.) de acuerdo con las recomendaciones de estandarización idiomática incluidas en los nuevos textos normativos de la Real Academia Española y de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale).
Con el objetivo de contribuir a mejorar la ortografía, se han destacado, tanto en la versión impresa como en la digital, los grafemas con posible dificultad. Por las complejidades de su conjugación se incluyeron los verbos satisfacer y soldar y, de igual modo, se incorporaron los verbos antes defectivos abolir y blandir, que se conjugan ahora en todas sus formas.
La versión electrónica posee, además de lo anterior, videos; se duplicó el número de las ilustraciones y se logró que cada verbo incluyera su propia conjugación, sin necesidad de remitirse a modelo alguno, de modo que aparece la de los 2 040 verbos presentes en el texto.
Aunque no es la única publicación de la institución, es la más codiciada: no hay docente o escolar que no necesite y desee hacerse con un ejemplar; por ello, fue uno de los libros más vendidos en la Feria del Libro.
Aquí tienes algunas de las definiciones nuevas:
organopónico sm. cub. Área de cultivo (tapada o no) con canteros donde el terreno está abonado con materia orgánica y preparado para que el agua se escurra rápidamente.
“En este organopónico se cosechan hortalizas”.
or-ga-no-pó-ni-co; organopónicos (pl.)
glorieta sf. amer. Construcción pequeña y circular, abierta por los lados, situada en un jardín o un parque. “Después del paseo, se sentaron a descansar en una glorieta”.
glo-rie-ta; glorietas (pl.)