Así lo afirmó El padre Federico Lombardi, en el último encuentro con la prensa en La Habana como director de prensa del Vaticano. Los próximos serán en Holguín y Santiago de Cuba.
Fotos: Yoandry Ávila
La misa campal de la mañana fue historia. Según evaluación de organizadores más de 200 mil personas se reunieron en la Plaza de la Revolución, más que las que asistieron a las oficiadas por los papas precedentes en el mismo lugar, afirmó el vocero Papal, el Padre Federico Lombardi.
Se refirió también a que ese domingo fue “un día con muchos acontecimientos, muchas palabras del Papa, muchas experiencias e informaciones a proporcionar”.
Se apreció una buena participación de obispos y cardenales de otros países, de Boston, de Haití, de España, el arzobispo de Washington, y de otros países y estados. Una buena representación, aseguró y distinguió la presencia de la presidenta Cristina Fernández, de Argentina, y de la primera dama de Panamá.
Hizo una pequeña observación de la homilía, a partir de la expresión muy interesante “ el santo fiel de Dios que camina en Cuba, que tiene gusto por la amistad, por la fiesta, por las cosas bellas” y “el pueblo de Dios por la presencia del espíritu tiene que ser reconocida por los pastores”.
También se refirió a la mención en el Ángelus de la situación sobre Colombia, y subrayó el deseo de Su Santidad “por favor no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso en este camino de paz y reconciliación”.
Igualmente comentó los aires de esperanza por el pueblo cubano y el deseo de que la paz se extienda no solo a los niveles políticos de Cuba y estados unidos sino sus pueblos y en especial al cubano que vive aquí o allá, en el pequeño discurso del Cardenal Ortega al final de la misa.
Destacó el encuentro con Fidel primero y la visita al palacio presidencial por parte del Papa en coloquio privado con el presidente cubano, Raúl Castro, con quien hubo antes en mayo una larga conversación privada y esta es una continuidad, fue cordial el coloquio también en esta ocasión, donde se abordaron diferentes temas y otros, como la situación del continente, en particular de Venezuela, la necesidad de diálogo y la preocupación común sobre estos asuntos.
Elogió los presentes intercambiados entre los dos, mosaico de la Virgen de la Caridad del Cobre entregado por el Papa Francisco, y el del presidente Raúl Castro, una gran composición de Kcho, artista cubano moderno, presente en el Vaticano dos veces antes con sus obras.
Cuando Raúl fue a visitar al Papa también le hizo un regalo de una cruz formada por barcos realizada por el artista, y esta vez esta gran cruz construida por remos de barcos, llevada al Vaticano en una exposición un año atrás, y que ahora le añadió un Cristo muerto sobre la cruz, modelo del barroco hispano y en alusión a la atención del Papa a los emigrantes que sufren.
En la Catedral hubo dos testimonios muy interesantes: el del Cardenal Jaime Ortega y el de la religiosa que hace trabajo de atención a niños con problemas, por lo cual, conmovido el Papa dejó a su lado el texto preparado y reaccionó interviniendo sobre los temas tratados por ambos sobre la pobreza, la misericordia, el perdón y la humildad de Cristo.
Lo mismo pasó con los jóvenes, fue muy espontáneo y respondió que los sueños son muy importantes, soñar grandes ideas e ideales y aceptar las personas diferentes para dialogar, ser abiertos, construir la amistad social por el bien común, por la esperanza de un pueblo, fueron los puntos importantes de su discurso y tomó ideas que estaban en el texto preparado cuando se habla de la cultura del encuentro.
Día muy rico sin dudas, enfatizó Lombardi,, hemos visto en algún momento que el Papa parecía un poco cansado pero cuando habla su una energía es increíble, su vitalidad renace en este día con nosotros.
Varios colegas de distintos medios, como la AP, EFE, Reuters, de medios colombianos, dominicanos, mexicanos, hicieron preguntas al vocero, quien se despidió de la prensa en la sala 1930 del Hotel Nacional de Cuba, advirtiendo que las citas de mañana y pasado serán en Holguín y Santiago de Cuba.