El nacimiento de la República de Cuba, el 20 de Mayo de 1902, fue ampliamente divulgado por la prensa cubana y extranjera con extensas crónicas, grandes titulares, abundantes fotografías y hermosos dibujos. La revista El Fígaro dedicó todo el espacio informativo y gráfico a ese excepcional día, publicando las imágenes dela toma de posesión del presidente Estrada Palma y el izamiento de nuestra enseña patria en el Palacio de Gobierno y el castillo del Morro.
La revista publicó 55 fotografías de las cuales 16 corresponden a las ceremonias oficiales y las 39 restantes muestran los adornos que en saludo a la nueva nación se levantaron en las plazas, edificios, paseos y calles de la capital. En una nota publicada en este número explica: “Como se verá, el inteligente y popular fotógrafo Sr. Gómez de la Carrera ha agotado la información fotográfica reproduciendo cuanto en la ciudad ha sido digno de guardarse como recuerdo, llamando particularmente la atención sobre las dos planas en que aparecen las vistas tomadas por la noche de las principales iluminaciones en cuya ejecución ha revelado el Sr. Gómez de la Carrera toda su competencia y conocimiento del arte de Daguerre”.
Las vistas nocturnas a las que alude la nota de El Fígaro muestran las novedosas luminarias eléctricas que adornaron los arcos de triunfo, parques y otros lugares de la ciudad para glorificar a la nueva República. En aquel entonces, era muy complicado retratar estas escenas de noche debido a la baja sensibilidad de las películas y la poca luminosidad de los lentes. Para lograrlo, Gómez de la Carrera tuvo que plantar su enorme cámara fotográfica de planchas de 8 x 10 pulgadas y el trípode en el lugar que creyó era el más adecuado y aseguró su inamovilidad. Después de enfocar el lugar seleccionado, tuvo que aprovechar toda su experiencia y calcular, a ojo de buen cubero, la prolongada exposición que se requería para captar no solo las brillantes bombillas, sino también el entorno que iluminaban. Los resultados fueron excelentes y acreditaron aún más su bien desarrollada capacidad de fotógrafo.
José Gómez de la Carrera estudió fotografía en España y los Estados Unidos antes de establecerse en La Habana en 1885. Entonces existían en la ciudad 18 galerías fotográficas y raramente se veía a algún fotógrafo retratar fuera de ellas. La razón era que los fotógrafos tenían que fabricar sus propias placas en el cuarto oscuro, sensibilizándolas momentos antes de colocarlas en la cámara y revelarlas inmediatamente después, cuando estaba aún húmeda la preparación pues, de secarse, perdían su sensibilidad. Fotografiar en la calle era muy engorroso y requería llevar una tienda de campaña que hiciera las veces de cuarto oscuro para preparar las placas al lado de la cámara. En esa década se introdujeron las placas secas fabricadas por las modernas industrias fotográficas alemanas, inglesas y norteamericanas que solucionaron el problema porque venían preparadas, listas para retratar en cualquier momento y lugar y revelarlas horas o días después. Gómez de la Carrera fue uno de los primeros en usar las placas secas, retratar grupos y las fiestas que se celebraban en las residencias y en los clubes sociales habaneros. Fue el primero en colaborar, como “redactor fotográfico”, en las revistas ilustradas cubanas y extranjeras, principalmente con El Fígaro.
En esa década también se inventó el fotograbado que permitió imprimir las fotografías en las revistas ilustradas. Alfredo Taveira fue el introductor de esta técnica en Cuba y el 23 de marzo de 1883 la revista El Museo publicó su primer trabajo. Ese mismo año grabó retratos de personalidades artísticas y culturales para la revista La Habana Elegante y dos años más tarde también las hizo para El Fígaro.
La revista El Fígaro comenzó a publicarse el 23 de julio de 1885, aunque al principio estaba dedicada a los deportes y la literatura, pronto se convirtió en una gran publicación grafica que reflejó el quehacer nacional y de manera muy destacada la Guerra de Independencia de los cubanos. Desde sus inicios, el fotógrafo principal de la revista era Gómez de la Carrera, quien además rindió una meritoria labor como corresponsal de guerra.
Coincidentemente con esos progresos en el campo de la fotografía y la prensa, se produjo un hecho trascendental. Es también en esa década, cuando las casas se alumbraban con velas y candiles y las calles con faroles de gas, que se realizaron las primeras pruebas de la iluminación por medio de la electricidad y al quedar demostrada su superioridad luminosa se determinó por las autoridades iniciar las obras del alumbrado público habanero el 1ro. de enero de 1890.
Las excelentes vistas nocturnas captadas por José Gómez de la Carrera aquel gran día del nacimiento de la República mostraban hasta qué punto había avanzado la fotografía, el grabado, las revistas gráficas y la electricidad en solo una docena de años… lo que nadie pudo vaticinar es que estos adelantos se agigantarían tanto que revolucionarían la ciencia, las comunicaciones, la iluminación, la energía y otros importantes campos.
Fuente: Revista El Fígaro del mes de junio de 1902.
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